No sólo drones: los robots se apuntan al reparto
Hace tiempo que se trabaja en el uso de drones para la entrega a domicilio. Ahora, vamos un paso más allá: reparto con robots y drones para entregas a bordo de buques.
Estamos acostumbrados a ver noticias acerca de las inversiones y los progresos que se hacen acerca del uso de drones para el reparto en el ámbito del ecommerce. No cabe la menor duda de que quien lleva la delantera es Amazon. El pasado verano conocíamos que Reino Unido podría ser el país pionero en el reparto con drones.
Asimismo, Google está mostrando gran interés en el desarrollo de los drones. En su caso, en dos vertientes. Por un lado, para suministrar cobertura 5G a través de una red de drones solares, ámbito en el que también Facebook parece estar interesada. Y por otra parte, la compañía de Mountain View trabaja en un plan de entrega con aeronaves no tripuladas, que podría estrenarse en 2017.
Igualmente, MRW adelantaba el pasado mes de enero que pretende utilizar drones para remitir paquetes a zonas rurales o de difícil acceso. Y la cadena de supermercados Wal-Mart también ha solicitado permiso para contar con una flota propia.
Además, esta semana hemos conocido una propuesta novedosa, que va más allá de la entrega a domicilio. El gigante del transporte marítimo Maerks estudia utilizar drones para el suministro de sus barcos, como informaba The Wall Street Journal. La compañía se ve obligada a reducir los envíos de material a unos pocos puntos de entrega, recurriendo a barcazas auxiliares que acerquen los paquetes a los buques, que también deben reducir su velocidad para realizar la operación. Cuando hay una urgencia o las naves no están cerca de un puerto, es aún más complicado, ya que hay que echar mano de helicópteros o lanzar los paquetes desde aviones.
Gracias a los drones, se podrían hacer pequeños envíos, de hasta 20 kilos. Por ejemplo, servirían para llevar el correo, suministrar piezas en caso de avería, medicamentos si hay un brote de alguna enfermedad a bordo, inspeccionar el casco, etc. La compañía estima que los drones podrían hacerle ahorrar hasta 9.000 dólares por buque y año. Y una vez que la tecnología se perfeccione, podría abrirse una puerta de negocio en el ecommerce en cruceros vacacionales, por ejemplo.
Hay que recordar que la utilización de este tipo de aparatos no se limita sólo al reparto, sino también a otras tareas como toma de imágenes aéreas, tareas de vigilancia e inspección, etc. Por eso, se espera que el parque de drones crezca sustancialmente en los próximos años. En concreto, Juniper Research asegura que la venta de aeronaves no tripuladas se multiplicará por cuatro en 2020, alcanzando los 16 millones de dispositivos.
Otra iniciativa interesante es la que propone Starship Technologies, compañía creada por los cofundadores de Skype. En vez de llevar los paquetes por el aire, apuesta por la entrega terrestre automatizada, utilizando robots. Se trata de pequeños vehículos de seis ruedas con un habitáculo interior donde se cobija el paquete. Podrían emplearse para repartir la compra del supermercado, servir comida a domicilio, etc. Dispone de cámaras y alarmas para evitar el robo o la manipulación no autorizada durante el envío. Y su necanismo de seguridad puede ser desbloqueado por el comprador.
En una línea similar, una empresa inglesa trabaja en el desarrollo de pequeños trenes robotizados autónomos para el envío de productos. Se trata de vehículos que se mueven mediante fuerzas electromagnéticas y la idea es que circulen a través de una red de subterráneos en las ciudades, con el fin de no interferir en el tráfico en superficie.