¿Dónde vas, Fonsi Nieto (de palo)?

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La moto: velocidad plena, el viento en la cara, la sensación de libertad mientras Steppenwolf resuena en tus oídos como si fueras un Dennis Hooper cualquiera, el sol calentando tu piel, la carretera desierta invitándote a llegar hasta más allá del fin del horizonte… y de repente aparece un cretino en un 4 x 4 y, pum, hace que te esmoñes contra la mediana, te rompas la crisma y pases dos años de rehabilitación entre estertores de dolor insufrible. ¡Ah, los placeres de las ruedas! Pero no desesperes, que si quieres “disfrutarlos” sin las peores consecuencias, Honda ha sacado un simulador de moto que no es más un ordenador con un sillín y un manillar de verdad. La verdad es que está bien montado. Vamos, que te pones una bombilla de 2.000 vatios al lado, un ventilador de otros dos mil y la banda sonora de Easy Rider, y qué te voy a contar. ¿La experiencia física y espiritual de montar en una moto de verdad, dices? Hombre, pues casi que va a ser que no, pero seguro, seguro, lo que se dice seguro, un rato largo sí que es.

Claro que de algo hay que morir y encima siempre habrá algún torpe que se caiga del sillín y se rompa la crisma igual, en cuyo caso, mejor pasar de maquinitas infernales, por muy bien que estén, y darse al asfalto directamente, aunque sea en un pepo.

The motorcycle simulator by Honda [Nihon Car & Bike]