Este viernes será recordado como el día en que Donald Trump se convirtió en presidente de los Estados Unidos. Empiezan así 4 años en los que el líder puede influir de manera directa en muchos aspectos de la industria tecnológica de su país, pero también internacionalmente.
Desde sus restricciones migratorias hasta su empeño por plantar cara al “Made in China”, para impulsar el empleo en EEUU. Durante las elecciones ha dado muchas pistas sobre cómo será su mandato.
Ha mostrado lo poco que le gustan los avances tecnológicos, a pesar de que es un habitual usuario de las redes sociales. Su cuenta de Twitter ha servido para crear polémica y contraatacar a las críticas que le llegaban desde Silicon Valey, donde ha contado con muy pocos apoyos.
Y se ha sabido rodear de grandes conservadores como él que podrían ir ocupando cargos con influencia en sectores como Medio Ambiente o Ciberseguridad.
Aunque se ha especulado con que el cargo suavizará sus ideas, las últimas declaraciones de Trump apuntan a todo lo contrario.
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