El asalto al Capitolio de los Estados unidos en el mes de enero, que precedió al cambio de poderes entre Donald Trump y Joe Biden, terminó por agotar la paciencia de plataformas sociales como Facebook, Twitter o YouTube.
Los mensajes de Trump en redes fueron interpretados como incitaciones a la violencia. Y esto le valió al todavía presidente el bloqueo de sus cuentas.
Facebook ha confirmado recientemente que mantendría la expulsión al menos hasta 2023. Twitter comunicó a principios de año que la prohibición era permanente. Y el bloqueo en el servicio de vídeos de Google también parece tener carácter indefinido.
Así las cosas, el exmandatario ha decidido responder por vías legales. Ha interpuesto demandas en un tribunal de Florida contra las tres tecnológicas y sus directores ejecutivos. Esto es, Mark Zuckerberg, Jack Dorsey y Sundar Pichai, tal y como confirma la CNBC.
Trump considera que se han violado sus derechos de la primera enmienda de la Constitución. Además, pretende que se declare inconstitucional la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones por la que estas empresas no son responsables de lo publicado por sus usuarios.
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