El origen étnico, el sexo, la condición sexual o una discapacidad no deberían ser condicionantes a la hora de optar a un puesto de trabajo. Sin embargo, la realidad nos demuestra que, pese a los esfuerzos realizados en los últimos años, todavía hay muchas brechas que hay que restañar.
La diversidad es una de las asignaturas pendientes de las grandes empresas tecnológicas. Estas compañías empezaron a publicar informes anuales de diversidad en 2014, pero los avances que han hecho este periodo han sido realmente escasos.
Cuanto hablamos del sector TIC, estamos acostumbrados a referirnos a la brecha de género. Pero cuando se trata de las ‘big tech’, el principal ‘gap’ no es el sexo, sino la diversidad étnica. Y esta brecha es especialmente grande cuando se trata de personas negras.
Por ejemplo, la presencia de trabajadores negros en Facebook apenas ha crecido del 2% al 3,9% entre 2014 y 2020. En Microsoft, ha pasado del 3,6% en 2016 al 4,9% en 2020. Y en Google, se situó en el último año en el 3,7% (3,3% en 2019).
Las cifras son bastante mejores en Apple, donde las personas negras alcanzan una cuota del 9%, aunque el porcentaje está estancado desde 2016. Hay que señalar que la mayoría (en torno al 80%) desempeña labores en ventas o soporte administrativo, mientras que apenas unos centenares ocupan puestos técnicos o profesionales.
En el caso de Amazon, la presencia de personas negras es muy superior (26,5% de la plantilla), al englobar todos los puestos laborales existentes en la empresa. Pero si nos ceñimos a los empleados corporativos, la cuota se reduce hasta el 4,9% (5,4% en 2019)
Los hispanos también tienen un peso muy reducido en sus plantillas: 13,8% en Apple (66,5% en ventas o soporte administrativo), 6,6% en Microsoft, 6,3% en Facebook, 5,9% en Google, y 6,1% en Amazon (personal corporativo).
Igualmente, la brecha de género también es evidente. Además, apenas se aprecian grandes avances en los últimos años. Por ejemplo, las mujeres representan el 37% de la fuerza laboral de Facebook (31% en 2014%), 34% en Apple (30% en 2014), 32% en Google (31,6% en 2019), 31,4% en los puestos corporativos de Amazon (29,6% en 2018) y 28,6% en Microsoft (25,5% en 2016).
El asunto de la diversidad étnica no es tan relevante en nuestro país, ya que nuestra sociedad es mucho más homogénea que la estadounidense. El problema más acuciante en España es la brecha de género y la infrarrepresentación de la mujer en el sector TIC.
Según el estudio ‘Mujeres y digitalización. De las brechas digitales a los algoritmos’, elaborado por el Instituto de la Mujer y el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información (ONTSI), solamente un 2% de las mujeres ocupadas en España trabaja en el sector TIC.
“Según el estudio ‘Competencias transformadoras para la igualdad de género en la sociedad y la economía digital’ —elaborado por el Grupo de Expertas/os ‘Igualdad de género en la sociedad digital’ (GEIGSD), el ONTSI y Red.es—, sólo tres de cada diez trabajadores del sector TIC en España son mujeres. Y cuanto más técnicos son los empleos, más creciente es la desigualdad. Por ejemplo, sólo el 20% son ingenieras de desarrollo y apenas el 25% son ingenieras de datos, según Barcelona Digital Talent. Su presencia también es mínima en puestos de dirección de empresas digitales (6%). Y la tasa de emprendimiento femenino en startups también es testimonial (15%)”, declara Ángeles Bueno, presidenta de la asociación Womenteck.
Además, según el citado informe del GEIGSD, ONTSI y Red.es, las mujeres representan el 15% de los especialistas TIC, ocupando el lugar 18 a nivel europeo —según los datos del ‘Digital Economy and Society Index (DESI) 2019’—, el 23% del empleo en el sector —según el informe ‘DigitalES 2018’—, el 17% de los empleos ligados a la industria del videojuego —según el ‘Libro blanco del desarrollo español de videojuegos 2017’— o el 6% de los directivos del sector TIC y Contenidos —según el ‘Informe anual del sector TIC y de los contenidos en España 2018’.
Asimismo, el informe ‘Indicadores de género de la sociedad digital’, publicado por el ONTSI, precisa que el 3,6% de los ocupados en España en 2019 eran especialistas en tecnología. Y de ellos, sólo el 19,7% eran mujeres. No obstante, remarca que en los últimos dos años se ha producido una evolución positiva, desde el 16,7% y 17,8% que representaban en 2017 y 2018, respectivamente. De hecho, el estudio pone de manifiesto que España se encuentra por encima de la media de la UE, que se sitúa en el 17,9%.
Por tanto, la infrarrepresentación de la mujer en el sector se extiende más allá de nuestras fronteras. El informe ‘Competencias transformadoras para la igualdad de género en la sociedad y la economía digital’ remarca que menos del 20% de los trabajadores tecnológicos son mujeres en los países de la OCDE. Y apenas el 1,4% de las trabajadoras tienen puestos de trabajo en el desarrollo, mantenimiento o funcionamiento de sistemas de TIC, en comparación con el 5,5% de los trabajadores varones, según los datos de la ONU, recopilados por Equals-Unesco.
Bueno afirma que la mejor manera de dar la vuelta a esta situación es “trabajar con las niñas y los niños desde edades tempranas, para generar un cambio cultural que rompa estereotipos en torno a la relación de las mujeres y las TIC”. Además, recalca que es preciso “ampliar las oportunidades laborales y empresariales para las mujeres y dar a conocer la importancia de la tecnología en la creación de la nueva realidad de empleo y empresa”.
Óscar Fuente, director y fundador de IEBS Business School, entidad organizadora del ‘Women in Tech Day’, insiste en las oportunidades que ofrece el sector TIC para la mujer. “La industria de las nuevas tecnologías abre un mundo lleno de posibilidades, especialmente para las mujeres, ya que es una buena oportunidad para acceder a un puesto de trabajo estable y bien remunerado. Sabemos que las carreras tecnológicas son las que más puertas abrirán en un futuro, y ya lo están haciendo, ya que se trata de un campo en crecimiento continuo y cuya demanda no hace más que aumentar. Por eso, es fundamental que el sector femenino tenga un papel igual de importante que el masculino en la era digital. Para ello, es necesario impulsar el empoderamiento de la mujer en áreas STEM”.
Asimismo, la presidenta de Womenteck hace hincapié en la necesidad de “visibilizar modelos referentes de mujeres TIC reales e impulsar liderazgos en los espacios de toma de decisiones en ámbitos TIC”. En este sentido, cabe destacar la serie de entrevistas ‘Women in Tech’, que publicados el pasado mes de mayo. “En España, algunas de las empresas tecnológicas más importantes están dirigidas por mujeres, como HP, Microsoft o Google, lo que es una buena referencia para el resto”, añade Fuente.
La diversidad no es únicamente una cuestión de sexo. También hay otros colectivos que están claramente infrarrepresentados en el sector TIC, como las personas con discapacidad. Sin embargo, no resulta sencillo conocer con exactitud cuál es su presencia en el sector. Además, hay que tener en cuenta que el nivel de ocupación de las personas con discapacidad es muy bajo.
“Según datos oficiales Instituto Nacional de Estadística (INE), sólo una de cada cuatro personas con discapacidad en edad laboral está trabajando ahora mismo. Es una tasa de actividad baja. Además, en el ‘Informe del mercado trabajo de las personas con discapacidad Estatal’, del Servicio Público de Empleo Estatal, solamente un 8% de los contratos de personas con discapacidad que se realizaron en 2019 eran de técnicos de apoyo, científicos y técnicos cualificados, donde se engloban las profesiones del ámbito tecnológico” especifica Mónica Cadenas, directora del programa ‘Por Talento Digital’ de Fundación ONCE.
Según explica, las personas con discapacidad se encuentran con tres barreras para su incorporación al sector TIC. “En primer lugar, el nivel formativo que se necesita para optar a puestos cualificados en el sector tecnológico es específico y alto. Sin embargo, los niveles de estudio de las personas con discapacidad, en términos generales, no son muy elevados. Esto hace que la penetración en este mercado sea baja. Además. muchos de los programas y tecnologías que se utilizan para desempeñar estas funciones no son accesibles. Y en el sector también hay barreras mentales, prejuicios asociados a la contratación de personas con discapacidad”, desgrana.
El primer obstáculo se derriba con formación. “Es necesario conocer de forma ágil qué necesidades tiene el mercado en el sector tecnológico, para así organizar formación a la que las personas con discapacidad puedan acceder. Es fundamental que se garantice la accesibilidad universal en los centros educativos y que cualquier persona pueda formarse en igualdad de condiciones que el resto de la población. Supondría un paso importante coordinar los centros de orientación, información y empleo de grados tecnológicos de las universidades con los servicios de empleo de personas con discapacidad, así como promover las prácticas en las empresas y determinar los perfiles más recurrentes solicitados por las empresas”, comenta Anxo Queiruga, presidente de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE).
El programa ‘Por Talento Digital’ está totalmente volcado en la mejora del nivel formativo en el ámbito tecnológico. “Formamos a personas con discapacidad tanto en competencias digitales básicas como carreras técnicas, en profesiones tecnológicas, para su incorporación al mercado laboral en el sector TIC. Estamos haciendo un programa de cursos con prácticas en empresas”, explica Cadenas. Su oferta formativa incluye formación en desarrollo web, programación full stack, desarrollo de apps móviles, soporte TI, marketing digital, etc.
El objetivo de esta formación es claramente finalista, haciendo especial hincapié en el acceso al mercado laboral. “Tenemos convenios con empresas tecnológicas o con las áreas de tecnología de compañías que nos facilitan estas primeras prácticas y, muchas veces, la posterior incorporación a un puesto de trabajo”, anota la directora del programa.
Además, ofrece muchas facilidades a estas empresas colaboradoras. Así pues, las compañías interesadas en incorporar personas con discapacidad para prácticas o para un puesto de empleo pueden dirigirse a ‘Por Talento Digital’ para acordar un plan individualizado y preparar programas de formación a medida para estas empresas.
Fundación ONCE también trabaja en la sensibilización. “Hay que sensibilizar a las empresas que desarrollan la tecnología para que sea accesible. Es un punto que trabajamos en nuestras formaciones. Cuando formamos programadores, acaban programando también con accesibilidad. Ellos mismos se convierten en nuestros embajadores en las empresas en las que hacen practicas o empiezan a trabajar. Y también incidimos en la sensibilización en las potenciales empresas empleadoras, para vencer la resistencia a contratar personas con discapacidad, fruto del desconocimiento”, explica Cadenas.
La diversidad LGTBI también está adquiriendo visibilidad en los últimos años. Sin embargo, todavía queda mucho camino por andar. La cuota del colectivo LGTBI en el sector TIC o, en general, en el mercado laboral, es dato muy difícil de cuantificar, ya que se trata de un aspecto perteneciente a la vida privada de cada persona. Además, la situación es muy diferente para cada colectivo.
En este caso, como vemos, no se trata únicamente de una cuestión de cuotas, sino de discriminación por la condición sexual. “La discriminación laboral puede ser muy clara, en forma de no contratación o de despido por ser LGTBI; o más sutil, en forma de bromas o de manifestaciones del tipo ‘te contrato, pero no de cara al público’, o ‘te contrato, pero no digas que eres LGTBI”, declaraba recientemente Uge Sangil, presidenta de la FELGTB, en un encuentro organizado por la federación.
Según los datos recopilados por su organización, una de cada cuatro mujeres lesbianas, bisexuales o trans ha sufrido discriminación por LGTBIfobia en el trabajo. Además, la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea denuncia que el 30% de las personas LGTBI en España aún no se visibiliza en su trabajo por miedo a la discriminación, mientras que un 77% de las mujeres trans ha sufrido discriminación a la hora de buscar empleo. Además, un 28% de las personas LGTBI prefiere no hablar de su vida afectiva en el trabajo, según recoge el informe ‘La diversidad LGTB en el contexto laboral en España’.
La concienciación y la muestra de mejores prácticas en el ámbito empresarial son herramientas esenciales para visibilizar a las personas LGTBI y evitar este tipo de situaciones. Más de una treintena de organizaciones forman parte o colaboran en el programa ‘Empresas por la diversidad’ (EMIDIS), iniciativa puesta en marcha por la FELGTB con el fin de orientar a las compañías a la hora de gestionar la diversidad afectivo-sexual, familiar y de género en sus espacios de trabajo.
Las empresas tecnológicas tienen importante presencia en EMIDIS, contando con la participación de compañías como Amazon, Atos, Ebay, Dell, IBM, Netflix, Sage, Telefónica, ThoughWorks, Microsoft, Google, LinkedIn o Sopra Steria, entre otras.
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