Lo que sabrán los dispositivos de sus propietarios gracias a la IA
Según Gartner, en 2022 los dispositivos personales sabrán más de las emociones de sus propietarios que los propios amigos o familiares. Este hecho cambiará las reglas del juego y, probablemente, nuestro comportamiento.
La inteligencia artificial está penetrando en la vida de los usuarios de forma cada vez más intensa y personal. Está redefiniendo completamente la forma en la que interactuamos con los dispositivos, ya sean smartphones, tabletas, wearables, vehículos conectados o asistentes personales… Pero no es nada comparado a lo que veremos en pocos años.
Según pronostica la consultora Gartner, los sistemas de inteligencia artificial emocional (aquellos que son capaces de detectar nuestros sentimientos y estados de ánimo) se encuentran en una etapa de gran sofisticación y muy pronto serán capaces de ofrecernos experiencias cada vez más personalizadas en función de los datos que les proporcionamos.
Más aún, asegura que aquellas compañías tecnológicas que no incorporen funciones de IA emocional en su oferta, se verán abocadas a la desaparición. Dichas capacidades serán una característica innata de la electrónica de consumo en 2022 y muchos dispositivos sabrán más de nosotros que los propios familiares o amigos. Suena a ciencia ficción, pero es algo que está muy cerca de producirse.
En la actualidad, esta forma de relacionarlos con la tecnología se encuentra principalmente en los asistentes personales, pero más adelante se extenderá a otros escenarios como el software relacionado con la educación, los videojuegos, las aplicaciones médicas o rendimiento deportivo.
Aquí entra en juego la inclusión de inteligencia artificial a nivel de chip como parte del hardware de los smartphones. Compañías como Apple y Samsung ya andan detrás de este avance, pero tal vez es Huawei (y más recientemente su eBrand Honor) la que tiene más camino recorrido desde que presentara durante el pasado IFA de Berlín el SoC Kirin 970, con su innovadora unidad de proceso NPU (Neural Processing Unit).
Se trata de un hardware específico dentro del chip, mucho más optimizado para ejecutar instrucciones neuronales que simulen el cerebro humano y sean capaces de aprender con el paso del tiempo en función de las reacciones y el comportamiento de sus propietarios.
Huawei está construyendo un verdadero ecosistema de partners para facilitarles la labor a la hora de desarrollar nuevas aplicaciones, así que pronto comenzaremos a ver las primeras creaciones más allá del software construido por el propio fabricante para los terminales que cuenten con el Kirin 970.
La propia Gartner publicaba hace unos días las tendencias o usos más habituales que veremos en cuatro o cinco años (cuando el 80% de los terminales tengan IA a nivel de chip): predecirán los siguientes movimientos de los usuarios, serán capaces de autenticarles unívocamente, reconocerán sus emociones y actuarán en función de ellas, entenderán su lenguaje natural, proporcionarán experiencias más avanzadas de realidad aumentada, detectarán y censurarán determinados contenidos… y un largo etcétera de funcionalidades que a día de hoy aún desconocemos pero que la inteligencia artificial permitirá desarrollar durante el próximo lustro.