Disponibilidad, recursos para infraestructuras y soporte determinan la elección de un buen proveedor cloud
A día de hoy los servicios que más están demandado las empresas españolas al proveedor cloud son el alojamiento de las aplicaciones de negocio y soluciones con enfoque de servicios gestionados en el ámbito de la pyme, y la infraestructura como servicio en las grandes compañías.
La nube plantea tres tipos de retos a las empresas, estratégicos, operativos y de personal. Elegir un entorno de cloud computing adecuado para la organización pasa por determinar la implantación de una nube privada, pública o híbrida y afrontar una política de seguridad consolidada.
De acuerdo con Gartner, en 2015 más del 20% de todos los servicios en la nube se consumió a través de proveedores de servicios cloud internos o externos. En este contexto, Rosalía Arroyo, Redactora Jefe de ChannelBiz.es, se ha reunido con Juan José Rey, Director de Ventas de Sarenet, y Javier Martínez, Director Técnico de NetApp, para analizar los avances del mercado cloud y las apuestas que están haciendo las empresas españolas.
Sarenet tiene previsto aumentar un 8% la facturación este año y en torno a un 25% la parte de servicios cloud de la mano del canal. Históricamente la compañía ha sido un proveedor de alojamiento y en este entono ha evolucionado paquetizando soluciones. Actualmente la compañía trabaja con la cuarta generación de su plataforma cloud y avanza hacia las arquitecturas convergentes.
Para NetApp es estratégica la visión de un modelo híbrido de cloud. La compañía mantiene alianzas a nivel internacional y local buscando ofrecer a las empresas flexibilizar las elecciones en función de sus necesidades, el volumen y características de los datos y el tipo de aplicaciones. Para ello, el fabricante está potenciando la tecnología Flash y el soporte para un modelo de gestión de datos potente.
Una de las cuestiones clave para que las empresas sean competitivas hoy en día es la elección de un buen proveedor cloud. Juan José Rey, Director de Ventas de Sarenet, apunta la importancia del soporte desde el punto de vista del proveedor de servicios. “Este ha sido un elemento diferenciador de nuestra compañía siempre. La oferta de servicios gestionados tiende a estandarizarse mucho, de manera que la diferenciación entre grandes y pequeños cada vez es menor y al final el componente de atención y de soporte, es decir, la intervención humana cuando surgen problemas, cobra especial importancia”, explica el directivo.
Cada vez son más críticos estos servicios y es clave también optar por un proveedor que aporte garantías de disponibilidad y recursos suficientes para atender las infraestructuras. “No se trata solo de tener las máquinas desplegadas en el datacenter (CPD), sino de que estén disponibles, próximas -tal y como demanda la legislación ahora mismo- y atendidas por personal de la compañía”, declara Rey.
Por su parte, Javier Martínez, Director Técnico de NetApp, defiende un modelo híbrido de infraestructuras. “Promovemos la facilidad de moverse entre alternativas y que sea una elección dinámica, pero también consideramos muy importante la cercanía de tener un proveedor con quien poder hablar y con el que poder pactar incluso los niveles de servicio. Esto tiene un valor muy importante. Nosotros colaboramos con los grandes players, como Amazon y Azure, que juegan su papel, pero para la empresa mediana española al final tener ese asesoramiento cercano es fundamental”, pone de manifiesto el responsable técnico.
NetApp defiende que tiene que haber varias opciones para el almacenamiento de datos, ya que habrá datos que sin ningún problema podrán ir a la nube pública y otros que por requisitos de la LOPD, problemas de confidencialidad y de confianza de los clientes requerirán estar en un CPD en España, controlado y que las empresas conozcan dónde está su rack.
“En Sarenet hay clientes que van a ver su CPD una vez al mes. Las empresas siguen teniendo todavía ese nivel de desconfianza de lo que hay detrás del cloud, necesitan constatar que la nube está soportada por algo real”, aclara Rey.
Inquietudes de las empresas españolas
Hasta ahora las cuestiones de la LOPD han sido lo que más han inquietado a las pymes (el grueso empresarial en nuestro país). Cabe preguntarse si en el caso de las empresas que abogan por la internacionalización se requiere de un socio que sea capaz de tener centros de datos allá donde vayan.
Desde Sarenet explican que no, dado que una de las bondades del modelo cloud es que elimina las dependencias de ubicaciones físicas. “Aquí entra más en juego la parte de comunicaciones. Nosotros estamos ahora mismo abordando un proyecto con un cliente que está saliendo fuera de España y ha llevado todo su negocio a nuestro datacenter. Uno de los motivos por los que lo ha hecho ha sido la previsión de empezar a abrir oficinas en Europa, Latinoamérica y EEUU, de manera que sabe que en la medida en que con unas comunicaciones razonablemente buenas va a poder acceder a sus aplicaciones de negocio independientemente de donde se encuentre. A día de hoy, la dispersión geográfica no es ningún problema en la parte de alojamiento y cloud”, declara Juan José Rey.
Respecto a los servicios que más está demandado la empresa española al proveedor cloud, la pyme fundamentalmente busca el alojamiento de sus aplicaciones de negocio (ERP, contabilidad, software de gestión, bases de datos, etc.) y también opta por soluciones con enfoque de servicios gestionados, como copia de seguridad (backup remoto), centralita virtual, servicios de telefonía y comunicaciones unificadas y servidores de ficheros.
En el ámbito de la gran empresa se tiende más a buscar infraestructura como servicio, de tal forma que ya hay la figura de un integrador por medio, que es el que trata de orientar cómo se van a explotar esas infraestructuras.
NetApp pone de relieve que en la empresa mediana y grande una de las primeras iniciativas cloud es el tema del backup porque es fácil operativamente y porque los tiempos de latencia, acceso y demás, no son un problema. De acuerdo con esta tendencia, NetApp ha sacado productos específicos para ello.
En este contexto el cloud parece ser la solución, porque “los niveles de copia de seguridad de algunas compañías son muy malos y de hecho esto es algo que el cloud mejora”, explica Javier Martínez.
Además, hay que tener en cuanta “la dispersión de la información que hay hoy en día (smartphones, tabletas, portátiles y múltiples dispositivos), varias cuentas de correo, unas en la nube y otras en local; acceso a un ERC o CRM, ofimática compartida con compañeros, archivos personales, etc. Es complicado y todo pasa por tener una política adecuada de información: qué hay que salvar, cómo hacerlo y tener claro un protocolo de restauración”, aclara el representante de Sarenet.
Niveles de orquestación y automatización
Proyectos como OpenStack y OpenNebula en España permiten desplegar tu propio cloud interno pudiendo conectar con el exterior. “Cuando el volumen es lo suficientemente grande, las organizaciones empiezan a pensar en este tipo de despliegues de cloud privado con las mismas características de automatización, gestión y control que se tiene con un proveedor externo. Montar esto requiere una inversión importante y sólo tiene sentido cuando la empresa adquiere una gran dimensión”, explica Martínez.
“A día de hoy cualquier empresa que empiece de cero lo normal es que arranque 100% en el cloud y con el tiempo, si obtiene crecimientos muy grandes, puede interesarle tener algo internamente, aunque cada vez menos”, continúa el directivo.
Sin embargo, se viene de la realidad contraria. Las grandes empresas contaban con sus propios CPD, el 100% de su infraestructura estaba controlada por ellos, y poco a poco han ido externalizando partes como el backup, la compartición de ficheros, los servidores donde se hacen los análisis de riesgos, etc.
“Gradualmente las corporaciones van sacando cosas fuera, pero sigue habiendo un volumen de información muy grande que permanece dentro de la propia organización y además hay un tema cultural, que es el personal trabajando internamente en esto y que lleva a una resistencia al cambio hacia el cloud. No es una transformación que se haga de un día para otro, se va externalizando aquello que tenga sentido, otras cosas no, y la tendencia es un modelo híbrido”, apunta el director técnico de NetApp.
Cada vez hace más falta un canal de valor
El canal sigue siendo fundamental en toda esta oferta de servicios. En los proyectos de mayor complejidad, en los que se aglutinan distintos niveles de servicio, el papel del integrador es obligado. Sarenet ha potenciado el canal definiendo un nuevo marco para sus partners el pasado mes de noviembre para ahondar en el trabajo de prescriptor. “Allí donde hay un elemento consultivo, el canal es importante”, precisa Rey.
Por su parte, el mercado del almacenamiento se está consolidando. Facebook, Google y Amazon suponen un tercio del mercado de compra de almacenamiento y el número de integradores que vende solo hardware se está reduciendo.
“Es el canal de valor añadido, aquel que aporta el conocimiento, el servicio, la integración y cómo transformar las aplicaciones el que hace cada vez más falta”, manifiesta Martínez.
Movilidad de aplicaciones del cloud privado al público y viceversa
Los proveedores intentan facilitar esta tarea, pero habitualmente es compleja. Sigue habiendo todavía muchas incompatibilidades entre distintas plataformas y en el mundo de la empresa de software propietario -que en muchos casos se diseñó hace decenas de años, por ejemplo aplicaciones de contabilidad creadas para correr en sistemas 4.8.6 y que ahora tienen que moverse entre distintos entornos cloud-, no siempre es fácil.
“Desde Sarenet intentamos dar soporte en la medida de lo posible, pero reconocemos que hay casos en los que le tenemos que decir al cliente que eso va por su cuenta y riesgo”, afirma Juan José Rey.
“Nosotros también advertimos este problema y lo que estamos haciendo es diseñar tecnología para poder facilitar esta movilidad. A día de hoy el cliente puede tener una cabina de almacenamiento de NetApp que es totalmente definido por software y que es compatible con un sistema que podemos poner en el cloud de un proveedor. El valor del almacenamiento definido por software es la compatibilidad con lo que tienes en tu CPD, es decir, el mismo tipo de servicio, con la misma arquitectura y las mismas características lo puedes tener en tu CPD o en el proveedor cloud, con lo cual ahí sí que hay movilidad de uno a otro. Lo que ocurre es que esto es la capa del servicio de almacenamiento, una capa baja, luego por encima hay que poner las aplicaciones y demás”, explica Javier Martínez.
También NetApp ha trabajado en una herramienta para hacer la portabilidad de hipervisores, que en muchos casos impiden poder moverse de una nube a otra.
“En la nube privada el 85% de la cuota de mercado es de VMWare, pero si te quieres ir a Amazon el virtualizador es Sense Server, si te quieres ir a Azure es Hyper V, etc. Esta incompatibilidad está sucediendo mucho también con las adquisiciones de empresas. Desarrollamos herramientas para facilitar la portabilidad porque no hay un estándar”.
Soluciones de contenedores como Docker también sirven para eliminar los hipervisores, pero las aplicaciones tienen que estar funcionando en este tipo de contenedores y a día de hoy son pocas las que lo hacen.
“Con la llamada tercera plataforma, lo que estamos viendo son arquitecturas de aplicaciones que van más hacia esa estandarización, contenedores o temas virtualizados de forma nativa que permiten es movilidad, pero esto es en el caso de las aplicaciones de nueva generación. Todo lo existente hay que mantenerlo, hay que continuar trabajando con ello: bases de datos tradicionales, ERP…, por lo que para la movilidad sigue haciendo falta la figura del integrador, del técnico de sistemas, un trabajo técnico y de desarrollo especializado con un nivel de cualificación superior”, pone de relieve el director técnico de NetApp.
En definitiva, las empresas deben evolucionar las aplicaciones y tender a esa nueva generación. El coste de modernización debe asumirse para contar con una flexibilidad en las infraestructuras y después poder decidir dónde ubicar las aplicaciones.
Por otro lado, las arquitecturas hiperconvengentes han ampliado las prestaciones de servidor con el valor de todo definido con software. Es un mercado en expansión que todavía debe alcanzar su madurez.
El almacenamiento del futuro
“Los discos SAS están muertos porque Flash está bajando mucho de precio. Los discos de gran volumen (SATA) tienen más horizonte, un margen de unos tres años, y se sigue vendiendo cinta para el almacenamiento frío, para los datos que están parados (copias de seguridad), porque los volúmenes de información que pueden mover son muy altos”, apunta Martínez.
No obstante, hay mucha tecnología que se sigue investigando. Intel acaba de lanzar un producto nuevo, Cross Point, que parece que será el almacenamiento del futuro, más rápido que Flash.
Por otro lado, un mercado que crecerá mucho será el almacenamiento orientado a objetos para resolver grandes volúmenes de datos de forma estandarizada.
Un marco regulatorio favorable
El nuevo marco regulatorio para la transferencia de datos de Europa a EEUU, tras el cese del acuerdo de Puerto Seguro a causa del escándalo de la vigilancia del gobierno estadounidense, o la nueva ley de protección de datos en la UE han promovido un cambio de rumbo en las empresas.
Desde Sarenet anotan que estas nuevas regulaciones han sido una oportunidad de negocio para ellos. “En muchos casos se está volviendo al modelo housing de almacenamiento. Empresas que precisamente tenían en clouds públicas fuera de España determinados servicios han decidido que vuelven a alojarlos sobre sus propios CPD. Estos cambios regulatorios a nosotros nos benefician porque devuelven a España sus servicios. Estamos volviendo a vender housing cuando entendíamos que esto ya no volvería”, especifica Juan José Rey.
“Aunque sigue existiendo esa desconfianza en el cloud desde el punto de vista de la seguridad, los proveedores cloud tienen mecanismos potentes y fiables que mejoran objetivamente la seguridad de la media de las empresas”, concluye Javier Martínez de NetApp.