Objetivo: garantizar la compatibilidad con anteriores interfaces de programación de aplicaciones, con la misma calidad visual, pero a costa de una pérdida importante en el rendimiento, como explican en istartedsomething.
Directx 11, soportado únicamente en Vista y el futuro Windows 7, “mejorará enormemente el aspecto visual y el rendimiento aprovechando la potencia de la nueva generación de tarjetas gráficas y microprocesadores multinúcleo”, anuncian desde Microsoft.
Además emularán ciertas funciones de aceleración Direct3D sin necesidad de una tarjeta gráfica compatible por hardware, gracias a herramientas como Direct3D 10Level9 y WARP10.
Estas aplicaciones ya se pueden probar al integrarse en la previa de Direct3D 11 que acaba de publicar Microsoft.
Estas aplicaciones no pueden ser un reemplazo al hardware gráfico por su profunda pérdida de rendimiento que podéis ver en las primeras pruebas realizadas a resoluciones de 800×600 píxeles con WARP 10 y las correspondientes con gráficas con soporte hardware:
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