Detenido por utilizar webcams para espiar

A través de la operación Tic-Tac, la Benemérita ha arrestado al creador de un virus que se difundía masivamente entre redes P2P.

La Guardia Civil ha detenido al creador de un virus informático que podía haber infectado a miles de usuarios en varios países, en una operación desarrollada en Madrid. El detenido era capaz de acceder a las claves bancarias e incluso activar la webcam de ordenadores privados, grabando de esta manera todo lo que ocupase el campo de visión de la cámara. En el momento del registro en su domicilio, el detenido fue sorprendido espiando ordenadores pertenecientes a varias personas de distintos países del mundo.

El virus se difundía de forma masiva a través de redes de intercambio de ficheros frecuentemente utilizados para intercambio de música, películas y melodía de móviles, informa la Dirección General de la Guardia Civil. En la operación, denominada “Tic-Tac”, los agentes han detenido al programador informático J.A.S., madrileño de 37 años, acusado de haber creado y difundido el citado virus que podría haber afectado a miles de ordenadores de todo el mundo.

La investigación se remonta al pasado mes de julio, cuando un industrial residente en Alicante detectó el funcionamiento anómalo de su ordenador y, sospechando que pudiera haber sido afectado por algún tipo de virus informático, contactó con los especialistas de la Guardia Civil a través de su página Web. Los investigadores consiguieron localizar y aislar el virus, que una vez analizado permitió averiguar que era desconocido hasta ese momento y que su fecha de creación se remontaba a 2003.

Su funcionamiento respondía al de los denominados troyanos, término utilizado en informática para identificar a un virus cuya función es introducirse en el ordenador de un usuario conectado a Internet sin su conocimiento, con la finalidad de acceder y sustraer toda la información contenida en el mismo.

Este “troyano” es de un alto grado de sofisticación, hasta la fecha no había sido detectado por ningún programa antivirus comercial. El virus, oculto en una fotografía o en una canción, permitía que el detenido accediera al ordenador del internauta pudiendo de esta manera tener acceso a sus claves bancarias, fotografías íntimas e incluso podía activar y manejar a voluntad la webcam conectada al ordenador, realizando la grabación de todo lo que ocupase el campo de visión de la cámara.