Detalles que merece la pena conocer sobre la compra de EMC
El año que viene, y si no hay ningún imprevisto, EMC se convertirá en una parte más del entramado empresarial de Dell.
Dell Inc. comprará EMC Corporation. Es, sin duda, la noticia de la semana y una de las más destacadas de todo este 2015 que encara su recta final. Sus representantes han firmado un acuerdo con carácter definitivo que acabará convirtiendo a la compañía que dirige Joe Tucci, así como a sus productos de cloud computing, Big Data y seguridad TI, en una parte más del abultado entramado empresarial con el que ya cuenta Dell. Y lo hará en calidad de la mayor adquisición tecnológica de todos los tiempos. El acuerdo ha sido valorado en 33,15 dólares por acción o un total de 67.000 millones de dólares.
Se trata de una cifra brutal. Es un número que llama la atención, sobre todo, si se pone en perspectiva. Si juntamos varias de las fusiones tecnológicas que más han dado que hablar en el último lustro, la de WhatsApp en 2014, la de Nokia en 2013 y las de Motorola, Autonomy y Skype en 2011, y le sumamos la de Sun Microsystems en 2009, ni siquiera se llega a un intercambio de 67.000 millones. Facebook, Microsoft, Google, HP, otra vez el gigante de Redmond y Oracle pagaron, respectivamente, 19.000 millones, unos 7.200 millones al cambio, 12.500 millones, lo que se calcula que fueron alrededor de 11.000 millones, 8.500 millones y 7.400 millones de dólares para enriquecer sus negocios con nuevos productos, lo que al final da un total de 65.600 millones de dólares.
Dell pagará todo eso y hasta 1.400 millones de dólares más para hacerse con EMC. Esta compra supera también a uno de los bombazos más caros de la historia reciente de la industria tech, la absorción de Compaq. En su día, HP accedió a pagar 25.000 millones de dólares por este fabricante de ordenadores. La de EMC dejará en un segundo plano incluso a aquella otra de Broadcom que está pendiente de resolución a cambio de 37.000 millones, y a manos de Avago Technologies. Ni que decir tiene que la recuperación hace un par de años del estatus de empresa privada por parte de la propia Dell tampoco supuso tanto desembolso de dinero.
El valor de VMware
Está previsto que negocios como Pivotal, VCE, RSA, Virtustream o VMware se conviertan en parte oficial de Dell en 2016. No hay fecha concreta para que esto se cumpla, pero sí una serie de meses entre los que se concentra la mayor parte de las posibilidades. EMC será de Dell, si nada raro ocurre por el camino, en mayo del año que viene como muy pronto y en octubre como muy tarde. O, lo que es lo mismo, en algún punto del segundo o el tercer trimestre fiscal de Dell. Cabe puntualizar que a pesar del cambio de dueños VMware seguirá cotizando en Bolsa como hasta ahora. Dell decidió retirarse del parqué en 2013 tras duras negociaciones y ser recomprada en parte por el hombre que la fundó, Michael Dell.
¿Qué podría deparar un futuro diferente? Que las autoridades competentes no den el visto bueno a la fusión, en vez de aceptarla como sí lo ha hecho la Junta Directiva de EMC. O que otra compañía se meta por el medio antes del cierre de la operación con un proyecto más jugoso. Estos días ya se ha estado hablando de posibilidades como IBM, Cisco y HP. Aunque la propia presidenta y CEO de esta última, Meg Whitman, ya se ha pronunciado al respecto comparando la superación de la reestructuración en dos empresas a la que HP ha estado haciendo frente para ser más competitiva, con el reto financiero al que se verá ahora abocada Dell para materializar el pago, incluyendo efectos negativos en I+D.
Lo que es seguro que Michael Dell, MSD Partners, Silver Lake y Temasek están dispuestos a sacar adelante el propósito de adquisición anunciado este lunes y se han puesto de acuerdo para financiar la transacción. Pero lo que no está tan claro es cómo se hará frente a las consecuencias, teniendo en cuenta la multitud de segmentos tecnológicos que abarcan juntas EMC y Dell, desde el centro de datos definido por software, la infraestructura convergente, la virtualización y la nube híbrida a cuestiones de movilidad, la seguridad, el almacenamiento, los servidores o los ordenadores. Y teniendo también en consideración lo elevada que es la oferta económica presentada.
Los corrillos tecnológicos no descartan que Michael Dell y sus socios apliquen recortes de plantilla una vez ensambladas las dos compañías, ni que éstos se acaben desprendiendo de algunos activos de EMC para disponer de “liquidez”. El más valioso de todos los negocios en los que está implicada la multinacional estadounidense en venta es VMware, cuyo valor de mercado se encuentra en la actualidad en torno a los 29.000 millones de dólares, cerca de los 33.500 millones que marcan justo la mitad de la oferta de compra que existe sobre la mesa. Aquí hay que recordar que EMC no posee la totalidad de VMware, aunque disfruta de un 81% de participación.
Son unas cuantas las compañías que Dell ha integrado bajo su paraguas a lo largo de su historia. Por ejemplo, Perot Systems, KACE, Wyse Technology, AppAssure, SonicWALL o Quest Software, por nombrar sólo algunas. La nueva adquisición la alejará todavía más de sus inicios como empresa de PC y la aproximará a la condición de proveedor de soluciones. Y no estamos hablando de que ha puesto el ojo sobre una startup, sino en una compañía con más años que su comprador. EMC nació en el año 1979; los inicios de Dell se remontan a 1984. ¿Algún detalle más a destacar? La sede referente de la empresa conjunta seguirá siendo la de Texas, la que representa a Dell, si bien está previsto que el negocio de sistemas se ubique en Massachusetts, en la de EMC.