Descubre la Infraestructura Digital Flexible, el futuro de las organizaciones
Extreme Networks y Sothis analizan las necesidades de red en la era digital y explican las ventajas del modelo de consumo como servicio.
La digitalización de los procesos es imparable. El creciente modelo de trabajo en remoto y la ampliación de la frontera hasta el individuo o el dispositivo introducen cambios drásticos en la forma de entender la infraestructura tecnológica de las organizaciones. Atrás quedan conceptos tradicionales para dar paso al enfoque de tecnología híbrida e inteligente. Las compañías modernas buscan extender sus redes de comunicaciones con flexibilidad, seguridad y la mínima complejidad operativa posible para los departamentos de TI.
Al mismo tiempo, la incertidumbre que rodea al mercado y el contexto económico actual están provocando la expansión del consumo tecnológico en modalidad de servicio. Esta manera de invertir ayuda a las empresas a escalar en capacidad según sus necesidades, incluyendo las propias redes de comunicaciones. Otra tendencia es el uso de inteligencia artificial y aprendizaje automático para incrementar la resiliencia y la agilidad y, con ello, mejorar la experiencia del usuario final.
Para hablar sobre los retos de la era de la digitalización, NetMedia ha reunido a Javier Magro, director de canal de Extreme Networks, y Ceferino Raposo, arquitecto de negocio sénior en Sothis. Ambos comparten conocimientos en el encuentro online “Descubre la Infraestructura Digital Flexible, el futuro de las organizaciones” y explican qué soluciones desplegar para soportar los nuevos procesos de negocio y cómo minimizar las barreras de entrada para transformar la infraestructura con la rentabilidad y la predictibilidad por bandera.
Las redes basadas en la nube se presentan como una alternativa ideal para los entornos de trabajo distribuidos, ya que permiten simplificar las tareas de despliegue y de operación de las infraestructuras corporativas. Este webinar aporta soluciones para maximizar el funcionamiento de la red en cualquier parte de la organización, tanto para emplazamientos permanentes como aquellos que tienen un carácter temporal.
Una red que se adapta a las necesidades del negocio
El director de canal de Extreme Networks, Javier Magro, explica que el plan de digitalización de “la mayor parte de las empresas” ha tenido que ser implementado” de forma rápida” a causa de la pandemia de coronavirus. Como resultado, el entorno actual es “mixto”, en palabras de Ceferino Raposo, arquitecto de negocio sénior en Sothis: algunas organizaciones han conseguido modernizar su infraestructura, pero “la mayoría están trabajando con sistemas obsoletos concebidos en un periodo de tiempo donde la movilidad no existía” y “el trabajo era muy estático”.
Esto ha afectado sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, que estaban menos preparadas para el cambio. La estrategia de infraestructura digital flexible que defienden Extreme y su partner Sothis busca mejorar los resultados “de forma rápida, fácil y segura”, dice Magro, realizando despliegues e “invirtiendo en cada momento” en función de los requisitos existentes. Esto significa que “el negocio no se va a adaptar a la red que tengan actualmente, sino que la red se va a poder adaptar a las necesidades de negocio”.
Un ejemplo puede ser conectar a trabajadores y dispositivos desde diferentes lugares y con diferentes horarios. Hoy en día se demanda “más flexibilidad en las condiciones de acceso” y, por tanto, hace falta una red de comunicación “sólida, segura y flexible”, comenta Raposo. Esto es “la parte fundamental de cualquier proceso de transformación” y justo “lo que no se ve, como los cimientos de un edificio. Pero si los cimientos son menos débiles, el edificio colapsa”, advierte este experto en tecnología.
Ahora ya no se habla exclusivamente de dispositivos de hardware, como routers o switches, al abordar la red. La popularización de las infraestructuras en la nube y el fenómeno de las redes virtuales trae un aire nuevo. Extreme considera que una red definida por software “tiene que ser una red flexible, que se pueda automatizar y que sea segura”. Esa automatización será la que facilite la adaptación a las necesidades del negocio “de forma dinámica”, observa Javier Magro. Y esto se consigue cloudificando productos, permitiendo una gestión desde la nube incluso para equipos de terceros.
El hardware va a seguir existiendo. La cuestión es “desde dónde yo gestiono el hardware” o “le doy las funcionalidades” pertinentes, tal y como clarifica Raposo. “La virtualización de la red viene a cubrir una necesidad de mayor automatización y dinamismo” para que “los servicios estén disponibles para los usuarios. Y esto irá evolucionando” con el tiempo, tal y como pronostican desde Sothis, que destaca el hecho de que esto se puede conseguir “in situ para las organizaciones” sin necesidad de recurrir a un hiperescalar.
Javier Magro recalca que “toda la gestión y todo el despliegue de nuevos productos que se van metiendo de forma automática” será “prácticamente inapreciable”. El usuario, “de un día para otro”, cuenta con “nuevas funcionalidades”, mientras que “la red sigue funcionando como ha funcionado anteriormente”. Una promesa de la nueva infraestructura de red es la gestión reducida gracias a la tecnología de inteligencia artificial, basada en un gran volumen de datos y “análisis en tiempo real para hacer recomendaciones” a los administradores.
Pagar por lo que se usa
Para implementar cambios de red, “lo primero es entender para qué la necesitas”, aconseja Ceferino Raposo. A partir de ahí será posible implementar un modelo de consumo distinto aprovechando el potencial de la tecnología. Una infraestructura digital “abarca no sólo los switches y los routers “, cubre “otros elementos periféricos”, indica Raposo. Es una infraestructura heterogénea y también debería ser flexible, permitiendo que el cliente “pague mensualmente por la capacidad que él necesita”.
Para ello se utiliza una “infraestructura de red en modo servicio” y se garantiza que la solución “no tiene ningún pedido mínimo”, comenta Javier Magro. El cliente podría empezar por trabajar, “por ejemplo, con un switch” y “pagar por ese servicio de forma mensual”. Luego, tendrá la posibilidad de introducir variaciones “en función a sus necesidades, ya sea ampliando o disminuyendo los dispositivos que va a tener instalados en la red, pero sin ningún compromiso”, insiste Magro. “Sobre todo”, interviene Raposo, “porque no tienes por qué cambiarlo todo de repente. Puedes empezar a modernizar partes de tu red”, las más nuevas o las más antiguas. “No es un salto al vacío”.
“Un proyecto de digitalización es muy complejo”, afirma Magro. “Se tiene que adaptar a las necesidades de negocio y el negocio es cambiante”. Comprar los productos y acometer su instalación en base a un presupuesto supone quedarse “atado” a esa inversión con una infraestructura fija. En el as a service ocurre “justamente al contrario: es el negocio el que tira”, por lo que “la solución se adapta al negocio”. Además, esto funciona con “cualquier vertical”.
Ceferino Raposo apunta que “ha habido unos cambios en los flujos de tráfico importantes” y que “el trabajador híbrido lo que demanda es una conexión profesional en su casa”. Necesita una conexión que “permita discriminar entre aquel tráfico que debe ir a la sede central”, el que “va a ir a la nube” y el de “navegación en local, con los mecanismos de seguridad apropiados”, porque la fibra doméstica y el router del operador no conforman el combo “más adecuado”.
La gestión de la red debe ser “totalmente segura”, analiza Magro: “que no se mezclen usuarios”, ni “contraseñas”, ni “servicios de otras redes o de otros clientes. Y es clave tener homologados este tipo de soluciones” a nivel de cumplimiento. “Muchos de los problemas que han ocurrido en el pasado reciente vienen por tener infraestructura obsoleta que ya no está mantenida por el fabricante y que tiene muchos huecos de seguridad que son conocidos”, añade Raposo. Así que la aplicación de parches de día cero es fundamental. “Por otro lado está la concepción del diseño de la red con la seguridad como parte del mismo” y la ayuda de un SOC con servicios adicionales de protección.
Pensando en los CIOS que quieren innovar en redes, Raposo lanza un mensaje directo: “que no se paren ante un proceso de transformación porque la inversión en la red es muy alta o compleja de abordar. Con este modelo de infraestructura digital flexible”, detalla, “lo que hacemos es bajar las barrera de entrada”. El abordaje sucede “de una forma gradual, en la que sólo estoy pagando por los consumos” realizados, con la opción de “desplegar, de forma rápida, nuevas funcionalidades en la medida en la que me las demande el negocio”.
Por su parte, Javier Magro anima a los responsables de tecnología y otras áreas relacionadas a que “se dejen asesorar” por compañías que han estado ofreciendo estos servicios “durante muchos años”, con experiencia probada. “Utilizando este tipo de soluciones” de infraestructura digital flexible “la transformación digital que tú quieras asumir va a ser mucho más sencilla y menos costosa. ¿Por qué? Porque vas a estar pagando en cada momento por lo que vayas migrando en las diferentes fases del proyecto”, concluye.