Pero la topología de red es exactamente la misma en todas partes, ya sean poblaciones grandes o más pequeñas. Es una red en anillo con fibra óptica hasta núcleos de unos 240 hogares de media, es decir, R tiene un punto de terminación óptica cada 80 clientes más o menos, tanto en Vigo como en O Barco de Valdeorras.
– ¿Cómo salvan las dificultades geográficas y de dispersión de población típicas de Galicia?
Con más inversión, sobre todo en las redes troncales. Estamos llegando a los municipios de más de 5.000 habitantes. Más allá, para aquellos núcleos extremadamente dispersos o muy alejados de la red troncal principal, estamos evaluando alternativas tecnológicas radio.
– En este sentido, ¿han notado cambios en las características del ‘cliente tipo’ de R?
Realmente no. Un buen acceso a Internet es una demanda casi universal hoy en día. Allá donde vamos tenemos una aceptación muy similar por los servicios que prestamos en la actualidad.
– En este punto, ¿consideran que el uso del gallego como lengua vehicular de su comunicación con el cliente ayuda a ‘targetear’ su mercado?
Nos pareció una decisión natural y lógica dado que Galicia es el lugar donde R desarrolla íntegramente su trabajo. Pero siempre hacemos un uso del idioma natural y respetuoso, en absoluto excluyente. Sería absurdo.