Denuncias boomerang y autoinculpaciones en las primeras horas de la ley Sinde-Wert
La polémica ley de protección de la propiedad intelectual entró hoy en vigor con un curioso comienzo: denuncias para demostrar que no funciona.
Si el ministro José Ignacio Wert hubiese estado espiando esta mañana la puerta de los juzgados para ver el efecto inmediato de la entrada en vigor de la Ley Sinde-Wert, se habría puesto contento. A las 9 de la mañana habría visto ya a una persona (un músico, además) esperando para poner la primera denuncia. Lo que quizá no esperase es que se trataba de una denuncia con trampa.
El denunciante era Eme Navarro, un músico contrario a la ley con un objetivo claro en mente: demostrar que la Ley Sinde-Wert no funciona. Navarro, que es además miembro de la SGAE, ha denunciado a 250 webs que enlazaron a un contenido suyo protegido por copyright: un tema escrito específicamente para la ocasión, ya que normalmente lo deja todo bajo licencia Creative Commons.
¿Y cómo se lo han tomado las 250 webs denunciadas? Bien, claro: todas ellas se han autoinculpado, ya que forman parte, junto con Navarro, de una iniciativa impulsada por el colectivo Hacktivistas que propone precisamente eso. Autoinculpación y desobediencia civil. Y demostrar así que la ley no es eficaz.
Por supuesto, no todas las demandas interpuestas han sido de este tipo, y este mediodía Reuters informaba de que ya había más de 200 denuncias. El ministro Wert, por su parte, aseguraba que “hoy entra en vigor una pata muy importante de la dimensión regulatoria” de la política cultural del Gobierno; e insistía en que “se cumplirá la ley”. La eficacia real y quién tiene razón se irá sabiendo en las próximas semanas.