Dell se justifica ante la crisis

Los buenos resultados que Dell obtuvo en su primer trimestre fiscal 2009 (incremento del beneficio del 4 por ciento) se han visto ligeramente empañados con el retroceso registrado en el segundo trimestre.

A pesar de que en este período los ingresos mundiales de la firma han aumentado un 11 por ciento -facturando 16.430 millones de dólares frente al segundo trimestre del ejercicio 2008- su beneficio ha caído un 17 por ciento hasta los 616 millones de dólares (746 millones obtenidos un año antes).

Las ganancias por acción también han quedado por debajo de las expectativas de los analistas, alcanzando los 31 céntimos en lugar de los 36 céntimos que esperaba Wall Street.
 
Igualmente, nada más publicarse estos resultados las acciones de la compañía cayeron diez puntos porcentuales, imponiendo al fabricante un castigo quizás demasiado duro si tenemos en cuenta la situación económica actual.

Y es que el propio responsable financiero de la compañía, Brian Gladden, quien acaba de sustituir en su cargo a Donald Carty, enfatizó frente a los analistas que se trata de un trimestre de crecimiento para la compañía.

Crecimiento en servidores
En este sentido, el crecimiento en facturación global del 11 por ciento se debe en gran medida a las mayores ventas de hardware: un 19 por ciento en todo el mundo.

Desglosado por unidades, el número de servidores comercializados por la firma durante el segundo trimestre de 2009 se incrementó un 19 por ciento, mientras los portátiles aumentaban nada menos que un 44 por ciento.

Y según los datos de IDC, mientras el mercado global de servidores crecía entre de abril y junio un 6,4 por ciento en términos de ingresos, tanto Dell como IBM duplicaban este incremento, alcanzando cuotas del 14,1 y 13,8 por ciento, respectivamente.

Siguiendo la clasificación de la consultora, Dell ostenta la tercera posición mundial en ingresos por venta de servidores en el segundo trimestre, con una cuota del 12,5 por ciento y por detrás de IBM (33,2 por ciento) y de HP (27,4 por ciento).


Entre los motivos que han permitido incrementar la venta de servidores a todos los fabricantes en el segundo trimestre figuran el ciclo de renovación en grandes empresas y nuevas adquisiciones por parte de las pymes, además del entorno cloud computing.

Precisamente, Dell entró en el mercado de soluciones para cloud computing hace año y medio, y ya cuenta con clientes de la talla de Salesforce.com, Facebook, Yahoo o Microsoft.

Impuesto de expansión
Sin embargo, dos son los motivos por los que no haya alcanzado sus previsiones en el segundo trimestre. Por un lado, el gasto en el consumo privado y en inversión empresarial se ha congelado en Estados Unidos, Europa y Asia.

Por otro, y como señalaba el propio Gladden, la firma se ha enfrentado al ‘coste de crecimiento’ en Europa; es decir, en su intento por ganar cuota de mercado en el continente, Dell ha gastado más de lo previsto.

Esa inversión le ha permitido establecer su marca en las grandes superficies comerciales y cadenas de electrónica del mundo -Europa, Estados Unidos, China o India- donde hace un par de años simplemente no estaba presente.

Y como pretende seguir impulsando su negocio fuera de Estados Unidos -especialmente en Europa y Asia- su objetivo consiste en recortar los gastos internos, y no los que sostienen su expansión.

Para ello, la compañía está completando su plan de reestructuración, anunciado a principios de 2007, y que pretende haber reducido 8.900 puestos de trabajo en todo el mundo (8.500 ya se han completado) y ahorrar 3.000 millones de dólares para finales de 2011.

Resultados
Mientras, los analistas de Wall Street se preguntan cuánto ha podido aumentar Dell su presencia en Europa, a lo que la compañía contestaba durante la presentación de resultados que aún no dispone de tales cifras.

Lo que sí ha indicado el responsable financiero de la compañía es que no se verán los resultados de tal inversión traducida en beneficios hasta aproximadamente dentro de un año.

No es de extrañar, pues el mercado de consumo no resulta especialmente boyante debido a la importante bajada de precios y a la reducción en el gasto privado.

Tampoco hay que olvidar que el segmento corporativo representa en torno al 80 por ciento de los ingresos de la firma a escala mundial. Y equilibrar esa balanza no sucede de la noche a la mañana.

Sea como fuere, no hay duda de que esta estrategia -en manos de su fundador Michael Dell desde 2007- le devolverá a sus antiguos índices de rentabilidad. Si la compañía quiere permanecer entre los grandes, debe comportarse como tal. Y lo hace.