Dell se baja de la carrera de los smartphones
Tras su vuelta a la senda de la compañía privada, Dell se ha marcado unos objetivos claros como proveedora de soluciones empresariales que pasan, entre otras cosas, por alejarse de la fabricación de teléfonos móviles propios.
Ahora que Michael Dell ha conseguido, por fin, que los accionistas del gigante de los ordenadores (y de las soluciones tecnológicas) hayan aceptado su oferta conjunta con Silver Lake para convertir de nuevo a Dell en una empresa privada, toca planear su futuro.
El principal objetivo es que Dell siga creciendo en el marco de los servicios, como un proveedor de “soluciones tecnológicas escalables, de extremo a extremo”. Y que lo haga sin tener que preocuparse por las reacciones de la Bolsa.
Y, aunque debería seguir fabricando cierto tipo de dispositivos de hardware, no intentará competir con sus propios teléfonos móviles. En esta esfera se limitará a revender los modelos de otras compañías, según ha explicado el propio fundador de la compañía a CNBC.
Donde sí se atreverá a poner el pie es en el segmento tablet. Y, muy especialmente en aspectos como la mejora de la experiencia de cliente, el mundo empresarial y el cada vez mas importante cloud computing.
La estrategia de Michael Dell se trata, en resumidas cuentas, de “cambiar el enfoque desde un punto de vista trimestral a otro a más largo plazo, de cinco a diez años” para asegurarse la pervivencia de la compañía y su puesta en valor en aquellos mercados que de veras supondrán retorno de beneficios con el paso del tiempo