Sobre todo porque Dell ha apostado mucho por Canonical y Ubuntu, algo que seguro que no debe hacerle demasiada gracia a los directivos de Red Hat. Sea como fuere, también es relevante el hecho de que el negocio de Dell podría verse más perjudicado que beneficiado por esa compra.
En CNET apuestan por esa compra alegando que esa adquisición le permitiría introducirse en el negocio del software y los servicios de forma fácil, además de que Red Hat sigue el modelo de Dell en su filosofía software en ciertos apartados.
Sin embargo en The Var Guy refutan tales alegaciones y creen, como nosotros, que lo mejor para Dell es mantenerse “agnóstico” respecto a las soluciones software. Es más interesante tener a empresas como Microsoft, Red Hat o Novell como posibles partners, y evitarse problemas.
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