10 años de Facebook: a pesar de la privacidad, los móviles y los adolescentes
El 4 de febrero de 2004 Mark Zuckerberg lanzaba thefacebook. Diez años después, la red social tiene más de 1.000 millones de usuarios y un nuevo reto: no perder a los adolescentes.
Los talones de Aquiles: la privacidad y lo móvil
No todo fue (ni es) fácil en la meteórica historia de Facebook. Hay dos temas que siempre le han costado a la red social y que posiblemente protagonicen en muchas ocasiones las pesadillas de Mark Zuckerberg: la privacidad y lo móvil. ¿Cómo crecer y lograr ingresos a partir de todos esos datos de usuarios sin violar su privacidad -o alguna ley-? ¿Cómo hacer que las apps móviles de Facebook puedan mostrar una publicidad poco intrusiva y que a la vez sea cara?
El tema móvil está ya casi solucionado. Tras algo más de un año trabajando duramente en mejorar la experiencia móvil y, sobre todo, en crear una vía de ingresos importante a partir de su publicidad, Facebook parece haber encontrado el camino: en su última presentación de resultados hace unos pocos días, la red social aseguró que los ingresos por publicidad móvil suponen ya el 53% de todas las ventas de publicidad. Hace un año eran solo el 23%. Los inversores están contentos.
Lo de la privacidad es otra cosa, aunque gracias a los escándalos de espionaje de la NSA ya no se habla tanto de las quejas y demandas que tiene Facebook en todo el mundo por violar la privacidad de sus usuarios o las leyes de protecciones de datos. El tema sigue ahí y muy candente, pero parece que en los últimos meses ha perdido algo de fuerza: quizá porque los usuarios ya se han acostumbrado (y han aceptado) que la privacidad en Internet no existe, quizá porque a la luz de los casos de espionaje lo que pueda hacer Facebook con los datos de los usuarios parece una tontería.
Pero esto no significa que Facebook se haya quedado sin retos o preocupaciones. Desde hace unos meses se habla de algo distinto: el ritmo al que crecen sus usuarios es cada vez más lento y, lo más preocupante, los usuarios más jóvenes, los que deberían ser el futuro de Facebook, parecen haber perdido el interés. Los adolescentes están más metidos en apps móviles de mensajería instantánea como Snapchat (de ahí que Facebook intentase primero copiar la app y después comprarla, en ambos casos sin éxito) y las pesadillas de Mark Zuckerberg han cambiado de protagonistas. Ahora aparecen adolescentes que repiten una y otra vez que Facebook no es cool.