Intel ha intensificado la promoción del concepto “ultrabook” y ha negociado con proveedores y fabricantes para reducir el precio de venta de los nuevos dispositivos por debajo de los 1.000 dólares, pero sus esfuerzos parecen haber caído en saco roto.
Al parecer, el coste sigue siendo demasiado elevado y la demanda de estos ordenadores ultra-delgados se ha estancado casi antes de empezar.
Esto habría provocado que dos de los principales socios de Intel en esta aventura, Acer y Asus, hayan rebajado sus estimaciones de venta desde los 200.000-300.000 ultrabooks hasta las 100.000 unidades cada uno.
DigiTimes explica que los dispositivos de 11,6 y 13,6 pulgadas vendidos por Asus en Taiwán superan el precio ideal (1.205 y 1.675 dólares, respectivamente) y que el modelo de menos de 1.000 dólares no está disponible para la venta. Es decir, la estrategia de venta “no está a la altura de las expectativas del consumidor”.
Esta no es la primera vez que el canal se enfrenta a rumores sobre la viabilidad de los ultrabooks. En septiembre la misma publicación asiática informaba que Asus, Acer, Lenovo y Toshiba estaban limitando la producción para el cuarto trimestre debido a la crisis del PC y el dominio claro del MacBook Air de Apple en el sector de los portátiles delgados
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