Decálogo de políticas para la sociedad digital europea
Una gobernanza responsable de la inteligencia artificial, asignar espectro para WiFi y eliminar dispositivos obsoletos son algunas de las demandas de Cisco.
A medida que las innovaciones tecnológicas avanzan y la sociedad digital va cobrando forma, las autoridades buscan regular aspectos que configuran esta nueva realidad.
Es el caso de la inteligencia artificial (IA), la tecnología de moda. De hecho, “una gobernanza responsable de la IA” y y “dotar a las nuevas generaciones de habilidades digitales y de IA” son dos de las reivindicaciones que hace Cisco, que ha publicado una lista de diez políticas tecnológicas para impulsar el futuro de Europa.
El Parlamento Europeo ya ha aprobado su propia Ley de IA. Cisco apunta al Viejo Continente y más allá. “Los principios y regulaciones globalmente compatibles e interoperables permiten abordar los riesgos de la IA al evitar conflictos jurisdiccionales, confusión en el cumplimiento y asignación ineficiente de recursos”, explica.
En este sentido, remarca la importancia del Proceso de IA de Hiroshima del G7, porque “proporciona una base sólida para la cooperación internacional”.
En cuanto a la formación, hoy en día las empresas sufren la falta de trabajadores con habilidades suficientes. Así, Cisco reclama un empujón a las iniciativas de recapacitación de la fuerza laboral actual y también a los programas educativos para cultivar el talento del mañana.
Los operadores de infraestructuras, por su parte, deberían “eliminar dispositivos digitales obsoletos y no compatibles de las redes críticas” que ya no disponen de actualizaciones de software.
Otra necesidad es “establecer reglas para gestionar las vulnerabilidades de seguridad de los gobiernos” y determinar cuándo compartirlas para mitigar el riesgo.
Cisco también aboga por “finalizar un acuerdo UE-EE.UU. sobre las demandas de datos gubernamentales” e imponer un marco con el que resolver tensiones.
En sexto lugar, propone implementar en la Unión Europea una “estrategia de conectividad” con la que “reforzar las redes”, dando prioridad a la inversión en esta área, favoreciendo alianzas “tecnológicamente neutrales” y deshaciendo obstáculos para la prestación transfronteriza de los servicios.
“Asignar espectro suficiente para aprovechar todos los beneficios de WiFi” en la banda superior de 6 GHz es otra política en la que hace hincapié Cisco.
A nivel medioambiental, anima a “habilitar la transición limpia y ecológica con soluciones digitales” capaces de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, alineando agendas industriales, digitales y energéticas, y a “apoyar el libre comercio y los flujos verdes de bienes y servicios”.
Entre las sugerencias en esta área se encuentran reducir aranceles para productos TIC que sean eficientes energéticamente, así como las barreras a productos pensados para reparaciones, reutilizaciones y renovaciones.
El decálogo se cierra con una llamada a “cooperar con el sector privado” para aprovechar el potencial de la tecnología y establecer estándares.