Un blog corporativo es algo que toda startup debería tener. Un lugar propio en el que contar cómo le va a la empresa, en el que explicar cuál es la visión que tienen del mundo, cómo quieren cambiarlo. Una plataforma desde la que crear marca e imagen de forma mucho más libre que en las redes sociales.
Aunque siempre hubo plataformas externas en las que crear blogs, como Blogger o WordPress, lo cierto es que lo más recomendado siempre fue introducir la bitácora en la propia web de la startup. Como base se podía usar una de esas plataformas, pero el dominio debería ser el propio. Además, aunque estuviesen en plataformas que permiten crear comunidad, como Blogger, los blogs corporativos siempre se mantuvieron al margen. Entonces llegó Medium.
El objetivo de Medium fue siempre el mismo: convertirse en la plataforma número uno para la publicación de artículos (deshaciéndose ya del término “blog”). Un lugar de encuentro entre periodistas, escritores o gente a la que le apeteciese leer y escribir contenido interesante. Con un elemento social muy importante: se pueden recomendar artículos, se puede seguir a autores y a publicaciones y temas; se puede, en definitiva, ir configurando una especie de feed de artículos a la medida del usuario.
El interés para cualquier empresa con un blog corporativo es evidente: si se consigue entrar en ese feed es mucho más fácil que tus artículos sean leídos y compartidos, especialmente ahora que la saturación de las redes sociales hace que mucho de lo que se publica no llegue a nuestros seguidores. En Facebook la gente “reacciona”, comenta y comparte, pero muchísimas veces sin leer el artículo. Medium está reuniendo a los usuarios que sí quieren leer.
Medium interesa por varias razones: el diseño es atractivo, la interfaz y toda la experiencia de usuario a la hora de publicar muy, muy sencilla, y, lo más importante, sus usuarios son los que interesan a cualquier startup tech: bloggers con influencia, periodistas tecnológicos, otros compañeros de la industria, y hasta inversores.
Por supuesto, Medium no es para todos. Si en tu startup dais mucha importancia a ofrecer una imagen uniforme desde el punto de vista del diseño, la plataforma de publicación no es la mejor idea. Lo que para muchos usuarios es una liberación (no tener que ocuparse del diseño y que todo quede bonito y atractivo), para otros puede ser un problema.
Otro de los inconvenientes de Medium es que, al final, no tienes al usuario en tu web. Si para tu startup es importante que los consumidores potenciales la visiten, naveguen por tu catálogo e, incluso, compren algo, sacar el blog de ahí puede suponer un problema. Puedes enlazar y habrá lectores que sí acaben en tu sitio web, pero la transición es más complicada que si ya estuviesen ahí.
Y luego está ese miedo que tenemos todos los que dependemos quizá demasiado de plataformas digitales externas. ¿Qué pasa si un día Medium desaparece? Como es poco probable que lo hagan sin avisar y que de pronto te quedes sin todo ese contenido, no es un tema que preocupe demasiado, pero sí algo que deberíamos tener en cuenta.
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