¿Debería Marissa Mayer tirar la toalla?

Wall Street empieza a perder la paciencia con la CEO de Yahoo, que este semana presentó resultados trimestrales desastrosos.

Era la salvación, la promesa de un futuro para Yahoo igual de glorioso que su pasado, la esperanza. Cuando Marissa Mayer llegó a la compañía hace ya algo más de tres años, se hicieron posters con su cara y la palabra “hope” debajo, imitando a los de Obama. Algo cambiaba con solo su presencia: hacía que Yahoo fuese cool de nuevo, se contagiaba del espíritu de Google, permitía a los más optimistas pensar que el futuro podía estar arreglado.

Los problemas y las dudas no tardaron en llegar. Se criticó que comprase de forma demasiado alegre, su férrea mano dura con los empleados, su oposición al teletrabajo, su poca empatía con madres recientes que a lo mejor esperaban algunas semanas de baja (ella casi fue directamente del hospital a Yahoo en vez de a su casa tras dar a luz), sus contrataciones en algunos casos cuestionables.

Aun así, Mayer avisó desde el principio: darle la vuelta a Yahoo no era tarea fácil y su estrategia era a largo plazo. La nueva CEO sabía también que contaba con un buen colchón que mantendría a los accionistas tranquilos durante un tiempo: Yahoo tiene un 15% de Alibaba, el gigante chino que, antes de salir a bolsa hace un año, crecía sin parar y atraía a inversores hacia la compañía. A principios de año anunciaron que su intención era hacer un spin-off (Baba) con esa parte que poseen de Alibaba. Desde entonces, el valor de esas acciones ha caído un 40%.

Ahora que Marissa Mayer ya no cuenta con un colchón tan mullido como el de Alibaba, cuyo spin-off, además, acaban de retrasar a 2016 (lo que hace que muchos teman que las acciones sigan bajando), los ojos de los accionistas han dejado de mirar hacia China y decidido fijarse algo más en Mayer y en lo que Yahoo en sí ha cambiado desde que ella tomó el mando. ¿La conclusión? No demasiado. Los resultados trimestrales presentados esta semana quedaron por debajo de las expectativas de los analistas y de Wall Street. Buscar responsable era fácil: Marissa Mayer.

Cada vez más accionistas en su contra

La gran promesa llegada de Google, por lo tanto, tiene ya más enemigos que defensores entre los accionistas. Esta misma semana Eric Jackson, inversor de Yahoo que en su momento fue uno de los fans más ardientes de Mayer, publicaba un duro artículo en el que explicaba por qué la CEO debe abandonar la compañía cuanto antes, repasando algunas de sus declaraciones en la última presentación de resultados y tachándola directamente de mentirosa.

“Tras 40 meses de liderazgo inefectivo, es hora de que la CEO de Yahoo Marissa Mayer se vaya”, decía Jackson para abrir su artículo, en el que explicaba que la ex-Google se las había arreglado para defender sus acciones frente a la compañía pese a estar presentando un trimestre desastroso. El artículo critica sus contrataciones y posteriores despidos, se mofa de que Mayer se refiera a Yahoo como “guía indispensable de la información digital en búsqueda, comunicaciones y contenido digital”, la llama arrogante, y señala algunas ausencias de su discurso, como el fracaso de Livetext.

Jackson no está solo en su pérdida de confianza en Marissa Mayer, como muestra el hecho de que las acciones de Yahoo se desplomaran casi un 7% tras el anuncio de los resultados. Wall Street parece estar perdiendo la paciencia con Mayer y empezando a asumir que la tarea que tenía por delante no era difícil, sino imposible.

¿Qué será de Yahoo en los próximos meses? ¿Logrará arreglar algo el spin-off de las acciones de Alibaba o servirá solo para dejar más a la vista las carencias del negocio principal de la compañía? Tres años después de la llegada de Marissa Mayer lo único que ha logrado la compañía es un par de rediseños vistosos y estar con un mismo CEO durante más de seis meses. Pero quizá el reinado de Marissa Mayer se esté acercando a su fin.