Los cambios en Facebook y en cualquier plataforma online en general tienen la habilidad de hacernos olvidar cómo eran las cosas antes de forma muy rápida. ¿Cómo recordar aquel Facebook en el que no existían las actualizaciones de estado? ¿Y la etapa en la que no había una columna a la derecha diciéndonos qué es lo que hacen nuestros contactos en tiempo real? Con los vídeos pasa igual: nos cuesta darnos cuenta de que hace no mucho nuestro feed no estaba lleno de contenidos en vídeo subidos directamente a la plataforma.
Que ahora todos esos vídeos, muchos con autoplay, sean habituales no es ninguna casualidad. Facebook lleva mucho tiempo trabajando en impulsar que, al igual que se suben fotos, los usuarios suban vídeos directamente y no a través de un enlace a YouTube. Y, por si las intenciones no estaban claras, esta semana pusieron las cartas sobre la mesa: Facebook empezará a compartir sus ingresos por publicidad en los vídeos con los creadores. Exactamente lo que hace YouTube.
La decisión, en la que la división de ganancias es la misma que la ofrecida por YouTube (45/55), no es ninguna sorpresa. Muchos de los principales productores de contenidos en vídeo como canales de televisión o MCNs se quejaban de que si no subían sus vídeos directamente a la red social era porque esta no ofrecía ninguna forma de monetizarlos. Así que Facebook les ha dado exactamente lo que pedían.
Lo que propone Facebook es una nueva sección en el feed de noticias llamada “vídeos sugeridos”. En ella, se sugiere a los usuarios vídeos similares al que acaban de ver. Entre estas sugerencias, claro, aparecen vídeos que son anuncios.
No tan parecido a YouTube
Aunque la comparación con YouTube es inevitable, especialmente al haber escogido exactamente la misma división de ganancias entre plataforma y creador del vídeo, lo cierto es que los parecidos no son tantos cuando se profundiza un poco. Como explican en re/code, un ejemplo es que ese 45/55 tiene un matiz en Facebook: si bien en YouTube el usuario que ha subido el vídeo con publicidad se lleva ese 55% completo, en Facebook ese 55% se dividirá entre varios creadores de vídeos, al haber a priori menos publicidad (no un anuncio por vídeo).
Y es que la forma de introducir los anuncios es también diferente, ya que en Facebook no se tratará de spots que se reproducen antes de ver el vídeo que el usuario quiere ver. Aparecerán como relacionados, añadiendo algo que no tienen los de YouTube: información contextual. Los anuncios que vea el usuario en vídeo estarán relacionados con el tema o género del contenido que han reproducido, haciendo que sea más probable que se acierte con sus intereses. ¿El resultado? Las tarifas de estos anuncios pueden ser más altas.
Pero ¿debe entonces YouTube temer a Facebook? ¿es la plataforma de Mark Zuckerberg una amenaza para los reyes de los vídeos en Internet? De momento todo parece indicar que serán capaces de convivir, ya que son sitios que funcionan de forma muy diferente: los vídeos en Facebook se ven, normalemente, por casualidad, porque un amigo o una página a la que sigues los ha subido. A YouTube se va a propósito y se puede buscar lo que se quiere ver, algo que de momento no es posible en Facebook.
Desde YouTube, además, han dicho que no tienen miedo. Robert Kyncl, jefe de operaciones de contenido y negocios de la compañía, ha asegurado que de momento hay mucho espacio para que ambas plataformas puedan seguir creciendo sin tener que robarse mercado. “Pasará una década antes de que choquemos el uno con el otro”, aseguró. Y en diez años pueden pasar muchas cosas.
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