¿Debe Amazon temer los 1.000 millones de usuarios de Facebook?
Facebook anunció esta semana que había llegado a los 1.000 millones de usuarios, pero sigue a la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos: el envío de regalos físicos anunciado hace dos semanas podría cambiarlo todo.
Entre tanta mala noticia llegada de la bolsa, Mark Zuckerberg pudo por fin esta semana, entre emocionado y orgulloso, contar algo bueno de su red social: Facebook había alcanzado los 1.000 millones de usuarios. Casi la mitad de los internautas mundiales, una séptima parte de los habitantes de la Tierra están en Facebook. Pero queda la eterna cuestión: ¿cómo traducir ese éxito de usuarios en ingresos?
Al fin y al cabo, a los inversores no les importa demasiado cuántos usuarios tiene o deja de tener Facebook, sino cuánto dinero es capaz de sacar de ellos. Y de momento, al menos de forma proporcional, lo cierto es que la respuesta no es muy satisfactoria. Pero en Facebook se han puesto manos a la obra para aumentar como sea esas fuentes de ingresos, de forma que la balanza se empiece a inclinar hacia su lado.
Así, esta semana por ejemplo anunciaban un nuevo servicio que ha sido bastante polémico: por 7 dólares, los usuarios podrán “anunciar” sus actualizaciones a sus amigos. Porque teniendo en cuenta que los usuarios con más de 200 amigos son normales, además de todas las páginas a las que se siguen, es bastante habitual que las actualizaciones se pierdan en el muro. ¿Cómo evitarlo? Facebook, por primera vez, pide dinero a sus usuarios por algo que se supone que era gratuito.
La fuente de ingresos que lo podría cambiar todo: el ecommerce
No está claro cuántos usuarios de Facebook optarán por anunciarse a sus amigos, por lo que esa vía de ingresos podría no ser demasiado importante. La que sí podría cambiarlo todo se presentó hace un par de semanas, pasando casi desapercibida: Facebook permite ahora enviar regalos físicos. ¿Debe Amazon tener miedo?
Así, a priori, hay razones para preocuparse: Facebook llega con 1.000 millones de usuarios y potenciales clientes. Además, tiene muchísima información acerca de los gustos, actividades y vida en general de esos usuarios, lo que podría engrasar una máquina de recomendaciones, si se hace bien, mucho más potente que la de Amazon. Si Facebook monta bien este nuevo negocio (no es fácil lanzar de pronto un portal de ecommerce para mil millones de usuarios), sus problemas de ingresos podrían quedar resueltos en unos años.
El miedo de Amazon, no obstante, es relativo. Hace ya tiempo que la firma de Jeff Bezos es bastante más que una simple tienda online, y se ha ido lanzando hacia distintos mercados, como el de los tablets o la nube, con una cuidada estrategia y un éxito indiscutible. Su negocio, además, se ha ido alejando de la venta de productos físicos para centrarse en la de los contenidos digitales.
Ocurra lo que ocurra, seguro que a Amazon no le gustaría ser sustituida en el trono de “reina del ecommerce” por Facebook. Si esos mil millones de usuarios se lanzan a comprar artículos en la red social, el trono para Facebook está garantizado.