De red social a plataforma global de comunicación
En el entorno actual, Internet permite el rápido desarrollo de herramientas y servicios que son ampliamente aceptados por los usuarios y que están en constante evolución. En este artículo hablamos de una plataforma global de comunicación, como extensión de una red social.
Los lectores están cada vez más familiarizados con las redes sociales tanto desde un ámbito del ocio, como MySpace, o profesional como Xing. La posibilidad de tener sus contactos más cercanos en un solo lugar, añadir nuevos conocidos y amigos o generar negocios se convierte en un aspecto esencial para muchas personas.
Estas plataformas ofrecen una serie de herramientas que aportan un gran valor al usuario que, a cambio, aporta información valiosa para compartir. Una red social resuelve dudas de diferente tipología, como desde dónde ir a cenar o ampliar la información sobre una empresa; permite, además, disponer de un perfil con información personal y profesional o acceder a nuevas oportunidades.
Muchos profesionales se decantan por un entorno más cerrado a su ámbito de trabajo, que sea rápido en acceso a la información relativa al día a día y en el que los contactos tengan un gran efecto multiplicador. Esa necesidad ha dado pie al surgimiento de las redes sociales profesionales verticales, centradas en nichos con un gran valor respecto a las generalistas.
Pero, ¿a quién aportan valor? En primer lugar, a los profesionales, que encuentran un lugar donde es menor el número de interferencias y todos los usuarios son potenciales contactos y de interés para él.
En segundo lugar, para muchas empresas se convierte en un vehículo de información bidireccional ya que sus empleados están en esa red e intercambian datos y sabiduría con gente externa a la empresa. Por último, la publicidad adquiere un valor relevante ya que se concentra y dirige desde un solo área al mercado más interesante para muchas compañías.
Parece suficiente y en realidad cubre un amplio espectro con las relaciones interpersonales. Pero ¿qué pasa cuando a una red social profesional se le une el sector empresarial? Las oportunidades se multiplican.
Miles de profesionales y miles de empresas empiezan a interactuar desde el primer momento. De cara al profesional, supone el contacto directo con su entorno laboral para descubrir qué se está haciendo, ofrecer sus servicios (muy apropiado para entornos ‘freelance’), estar informados de las noticias que se generan o añadir una pieza clave en su desarrollo profesional. Además, le permite mejorar su formación específica. No sólo establece relaciones uno a uno en la red social, sino que, sin salir de su entorno, encuentra la herramienta que complementa su trabajo en el entorno en el que se mueve.
Para las empresas supone un multiplicador de negocio de manera directa ya que les facilita interactuar con las demás compañías, en una relación B2B (Business to Business) para ofrecer servicios, productos, alianzas o generar conocimiento, entre otras opciones. Si a esto le unimos la posibilidad de conectar con los miembros de la red, en una relación B2E (Business to Employee) directa, tenemos una combinación de ingredientes de gran relevancia.
Para finalizar, es importante resaltar un elemento crítico en la evolución de este tipo de plataformas: el ‘feedback’ recibido. El camino inicial lo generan los gestores de la eed, pero una vez en funcionamiento, son los propios usuarios tanto individuales como las empresas, las que con sus comentarios e ideas dirigen el progreso de la misma.