Las empresas manejan multitud de datos que no siempre son monitorizados ni medidos y que quedan, por tanto, desaprovechados. Es lo que se conoce, como ‘dark data’, al tratarse de información que no sale a la luz. Datumize es una startup española con dos años de vida que se ha propuesto ayudar a las organizaciones a servirse de ella para optimizar sus procesos de negocio. Su cofundador y CEO, Nacho Lafuente, nos cuenta cómo asisten a las compañías en estos tiempos en los que el Big Data lo es todo.
– ¿Cómo surgió la idea de fundar Datumize?
– Yo he trabajado a lo largo de mi trayectoria profesional en empresas como Siemens, Banc Sabadell, BEA Systems u Oracle. Estando ahí, empecé a ver cómo las grandes organizaciones utilizan complejos sistemas de información pero dejan sin capturar datos que serían relevantes para mejorar sus negocios. Con el objetivo de sacar estos datos a la luz y extraer todo su potencial, decidí crear mi propia empresa, Datumize, que tendría como misión ofrecer productos de alta tecnología, robustos y fáciles de utilizar para los clientes, orientados a la captura de aquellos datos que no son “evidentes” en los sistemas de información.
Datumize nació en el despacho de mi casa, en Viladecans, desde donde comenzó a hablar con empresas acerca de toda la información de valor que podrían obtener de los datos no explorados. Al comenzar a trabajar para el primer cliente, Globalia, me asocié con Manel Casasús, actual director de desarrollo de negocio de Datumize, y Albert Pradell, responsable legal y financiero de la compañía, ambos co-fundadores de Datumize.
Hoy Datumize es una startup en proceso de expansión, que ha recibido 1 millón de euros en financiación a principios de 2016 y que acaba de abrir filial en Hong Kong.
– ¿Hasta dónde se extiende el dark data de una compañía?
– Alcanza todos las secciones, divisiones y departamentos. Hay montones de datos que se generan y no se utilizan. Los datos oscuros son datos que existen en las empresas pero que no se están capturando ni utilizando en ningún proceso de decisión. Los motivos son diversos, tales como la complejidad tecnológica de la adquisición, el coste de modificar sistemas de información o el riesgo inherente a los cambios.
Un ejemplo de dato oscuro muy común es el que se refiere a las “oportunidades de venta perdidas”. Hay muchísimos clientes que venden productos y servicios a través de diferentes canales, como web o teléfono, y gastan mucho tiempo y dinero en entender cómo evolucionan las ventas; no obstante, hay muy pocos clientes que entiendan la “demanda real” de sus productos y servicios, es decir, ¿qué están mirando y buscando sus clientes realmente? Lo que un cliente pregunta, mira o busca a través de un canal electrónico es un ejemplo perfecto de dato oscuro que ahora estamos recuperando para diferentes empresas.
– ¿Qué cosas no se pueden o no se deberían medir en una organización? ¿Deben tener las empresas una especie de ‘caja B’ en las que reservarse ciertos datos?
– Esta es una reflexión interesante. Pienso que los datos, como objeto intangible de valor, se han convertido en un recurso preciado para las empresas, las personas, los objetos y las relaciones que se establecen entre ellos. En ese sentido, existen paralelismos claros con valores más comunes como el dinero o las materias primas. La humanidad tiene un bagaje considerable en el comercio basado en dinero, aunque los datos también han sido importantes; saber cuándo llegaría un cargamento de sal al puerto de Salou también era importante para fijar el precio en el mercado de Barcelona, y esto era información.
Creo que existen muchos aspectos por analizar y debatir en el campo de los datos. Los últimos escándalos de filtración y los continuos ataques informáticos lo demuestran, así como las indignaciones periódicas en redes sociales relativas a la privacidad. Las empresas y las personas tenemos la privacidad que marcan las leyes y, en algunos casos, ni eso. El concepto de “caja B” que se tiene con el dinero sólo existe actualmente en el área de agencias de inteligencia, donde se atesora mucha información clasificada. Las empresas no deberían almacenan datos oscuros en ninguna caja B porque el único propósito sería infringir la ley. Esto se puede producir con datos financieros o que sean auditables pero, en general, las empresas están interesadas en que el negocio crezca y sea rentable.
– ¿Dónde queda el factor humano en una empresa si al final todo se basa en Big Data y analíticas?
– Esta es una creencia muy equivocada y que ya existía en la primera revolución industrial. ¿De qué vamos a trabajar las personas si todo el trabajo lo hace una máquina de vapor? El tiempo ha demostrado que las sociedades evolucionan y que los cambios tecnológicos alteran pero no son apocalípticos. El factor humano es esencial, ahora y en el futuro, porque la inteligencia artificial está muy lejos de conseguir reproducir las emociones humanas. La mayoría de las decisiones que se toman en la vida y en la empresa son emocionales, y sinceramente pienso que así debe ser porque somos humanos. No creo que nuestra especie se encontrara a gusto si todas las decisiones fueran racionales y argumentadas analíticamente en base a datos. La política, la ética y la oratoria son mucho más antiguas y según aumente el grado de sofisticación de nuestros procesos y la toma de decisiones, más importantes resultarán.
Pongo un ejemplo muy sencillo. Según un tablero analítico en base a datos oscuros de movimiento y actividad de empleados en un almacén logístico, resulta que el empleado 14 es el que menos se mueve y realiza menos transacciones, por lo tanto, el más ineficiente. En caso de reducción de actividad, un gerente de recursos humanos consulta la “lista de desechables” y deduce que el empleado 14 es el candidato ideal para el despido indemnizado con un análisis coste-beneficio. Pero sería un error, porque resulta que el empleado 14 se mueve menos por el almacén porque es de los más valiosos y todos los demás le preguntan a él. Sólo un humano que esté a pie de almacén sabrá este dato.
– El IoT es una de las tendencias crecientes en las TIC y las empresas están ‘sensorizando’ muchos de sus procesos de negocio. Sin embargo, uno de los mayores problemas es la falta de seguridad de estos dispositivos conectados, un factor que los fabricantes no están cuidando demasiado. Los hackers son conscientes de ellos ¿Qué pasa si todos esos datos de monitorización de las organizaciones caen en malas manos? ¿Cómo evitarlo?
– Datumize fue invitada hace unos meses a formar parte de la prestigiosa organización W3C, los padres de Internet y de la mayoría de estándares web que tenemos hoy en día. Datumize forma parte del comité “Web of Things” que definirá el internet de las cosas del futuro. Nos invitaron a ser miembros de este grupo junto a empresas muy prestigiosas del sector, como Google, Siemens o Cisco, debido al tipo de tecnología que estamos creando. En este grupo de trabajo, la seguridad es un aspecto clave de la red de las cosas que se está diseñando para el futuro.
Por otra parte, Datumize tiene una alianza estratégica con Intel, el fabricante de dispositivos IoT más importante del mundo. Intel es consciente de que el futuro del IoT depende de la robustez de la solución, y de que los piratas informáticos también centrarán su actividad destructiva en atacar estas pequeñas máquinas. Es por esta razón que la seguridad tiene una división específica y que se está invirtiendo mucho dinero en hacer estos dispositivos tan o más seguros que las máquinas de la nube. Puedo asegurar que en Datumize estamos poniendo muchas horas de ingeniería en hacer nuestros productos IoT con un nivel de seguridad muy elevado.
– El data scientist es uno de los perfiles más demandados en las empresas en el mundo digital. ¿Hacen falta estas figuras si se cuenta con plataformas como la vuestra en una organización? ¿Hay profesionales de este tipo en España?
– Es cierto que es un perfil muy demandado, pero vamos a quitarle un poco de hierro al asunto. Hace años también se pedía Word y Excel para los puestos administrativos cuando había muchas empresas que aún funcionaban con ficheros de papel. Las universidades y las academias hicieron un gran negocio impartiendo toda esta formación… Dicho esto, es cierto que la empresa está virando a orientar los procesos y la toma de decisiones basándose en datos. Esto explica por qué los científicos (o analistas) de datos representan un perfil en auge.
Cuando Datumize despliega su plataforma en una empresa, siempre se requieren perfiles para procesar los datos, convertirlos en información útil y, finalmente, analistas para entenderlos y traducirlos a decisiones que tengan sentido. Hay profesionales en España, seguramente insuficientes, pero cada vez existen más personas cualificadas. Por otra parte, las tecnologías se están estandarizando y serán progresivamente más estables, lo cual redundará en que las empresas no necesiten hacer tanta artesanía con los datos.
– ¿Qué sectores o tipos de empresas están demandando más vuestras soluciones en nuestro país?
– Hemos creado una tecnología transversal, que quiere decir que se puede usar en cualquier sector que mueva datos. Hoy en día, en cualquier sector. No obstante, sí que tenemos mucho trabajo en algunas industrias concretas que son muy sensibles a la innovación y a extraer el máximo valor a todos los recursos disponibles. En concreto, estamos muy activos en turismo, automoción, comercio electrónico, logística y energía.
– ¿Está preparado el mercado español para las startups de datos? Da la sensación de que empresas como vosotros o CartoDb triunfáis y sois mejor recibidas más fuera que dentro…
– En España hay un elevado nivel tecnológico, grandes ingenieros y científicos, y eso se está notando en el panorama de empresas punteras de tecnología. Es cierto que la mayoría de empresas consolidadas no funcionan al mismo ritmo, pero no es radicalmente diferente al resto del mundo. Mucha gente se piensa que en otros países atan los perros con longanizas, pero es una visión muy primitiva. En España, las empresas son más clásicas y hay pocas que realmente inviertan en innovación que no sea “cosmética”. Pero las que sí que lo necesitan para que su negocio no se hunda, no tengas ninguna duda de que invierten cantidades ingentes de dinero y esfuerzo en estar a la última y que nos escuchan con mucha atención.
Nosotros estamos teniendo mucho éxito en el sector turístico, donde España es líder mundial y que se caracteriza por una innovación brutal para poder mantener la competitividad. Cada vez más empresas, españolas y de otros países, son conscientes de la importancia que tendrán los datos oscuros para continuar mejorando sus negocios.
– ¿Cuáles son vuestros planes de futuro? ¿A qué mercados tenéis previsto llegar? ¿Estáis trabajando en alguna novedad de producto?
– Uno de nuestros objetivos es expandirnos en Asia, una región con mucho potencial para nuestro sector. En septiembre, abrimos una filial ahí y para los próximos meses esperamos obtener algún cliente asiático de forma táctica. No obstante, nuestro foco de ventas y marketing está en Europa, donde vamos a conseguir ser la empresa de referencia para datos oscuros. Es un terreno muy nuevo y debemos expandirnos lo más rápidamente que podamos en los territorios que nos resultan más naturales y sencillos, que en nuestro caso es Europa.
Continuamente invertimos en la mejora del producto y para el último trimestre de 2016 tenemos previsto lanzar una nuevo versión de Datumize Observer, nuestro producto de IoT. Entre otras características, incluirá una tecnología pionera para obtener datos de puntos de venta (tiendas) de forma no intrusiva.
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