Dando paso a la Generación Millennials (Y)
Juan Leal Cárdenas, Director General de Lexmark Ibérica, reflexiona sobre cómo deben adaptarse las empresas en las que ya empiezan a incorporarse los Millennials.
A los nacidos en la década de los años 90 se les ha dado a conocer comúnmente como la Generación Millennials o Generación Y. En estos momentos se trata de jóvenes mediada su veintena de edad, lo que significa que muchos se están incorporando a la vida laboral.
Una gran parte de estos millennials ha crecido en la era post-Internet, es decir dos décadas después de que Internet alcanzara un volumen más que importante, tiempo durante el cual la tecnología digital ha ido acumulando una enorme adopción. Por lo tanto, esperan poder estar conectados 24/7. Se trata de nativos digitales, que no saben cómo era el mundo antes de que existieran Google o Amazon. Enséñales una máquina de fax, y probablemente se quedarán con cara de póker. Dales un iPhone, y verás cómo se les iluminan los pulgares.
A medida que esta generación se incorpora a la vida laboral, es probable que se vean sorprendidos por el hecho de que no todo el mundo haya mantenido el ritmo marcado por la revolución digital. La velocidad del cambio tecnológico a lo largo de estos años pasados ha hecho que las empresas hayan tenido dificultades a la hora de ponerse al día. Naturalmente, algunos se han adaptado mucho mejor que otros.
Aquellos que se han resistido se enfrentan ahora a un panorama en el que tienen que atraer y retener a un personal para quienes lo digital lo es todo. Si las necesidades digitales de los millennials no se ven atendidas, terminarán optando por buscar un trabajo en otro sitio.
Mucha rotación de personal puede tener un impacto significativo en un negocio ya que los costes de incorporación, formación y sustitución de personal pueden terminar siendo altos. Cuando los empleados cuentan su permanencia en meses, y no en años, cada empleado se convierte en un importante gasto para la empresa.
A fin de limitar el impacto, las empresas necesitan transformarse de una manera que cubra las expectativas de estos nativos digitales. Según las investigaciones de Cisco, los millennials no están preparados para trabajar con procesos farragosos y anticuados basados en papel, y una tercera parte de esta generación prioriza la libertad de las redes sociales, la flexibilidad del dispositivo y la movilidad sobre el propio salario. En su lugar, están buscando trabajar para empresas que les ofrecen flexibilidad respecto al cómo, dónde y cuándo trabajan.
Para aquellas empresas que ofrecen las herramientas y tecnologías que los millennials están buscando, este tipo de trabajadores pueden ayudar a impulsar el negocio. La investigación de Cisco revela también que más de cuatro de cada diez profesionales de la Generación Y se consideran a ellos mismos como “superalertas”, capaces de hacer más de dos cosas a la vez, y realizarlas bien. Haciéndolos más productivos. La flexibilidad que exigen también funciona en ambos sentidos ya que la mayoría suele mezclar trabajo y actividades personales; más en sintonía con el estilo de vida de siempre conectados y más proclives a trabajar a horas intempestivas, en caso de ser necesario.
Habilitar el tipo de espacio de trabajo que resulta atractivo para los millennials requiere de una estrategia móvil segura e interconectada como parte de las herramientas y tecnologías necesarias para equipar a esta generación con la flexibilidad y la movilidad que ellos desean. Esto incluye permitir a los empleados trabajar de forma remota, con el apoyo no sólo de los dispositivos móviles, sino también a través de flujos de trabajo automatizados, procesos digitalizados y plataformas de comunicación social.
Cuando la informática móvil se vuelve omnipresente, los usuarios ni siquiera lo ven como la informática. Para los millennials se trata simplemente de una situación de estar siempre disponible, una conectividad sin barreras que les entretiene, aclara y ayuda a hacer su trabajo; incluso sin tener que estar físicamente en la oficina.
Desde esta posición, las empresas se aseguran que están contratando a los mejores talentos, que obtienen lo mejor de cada uno de ellos y que mantienen a estas personas comprometidas.