Cultura e Industria pulen el canon

Tras la última resolución de la Audiencia Nacional que considera el “pago de la compensación equitativa por copia privada” anulado por defectos de forma en su tramitación como normativa, los Ministerios de Industria y Cultura se habrían puesto a trabajar mano a mano para actualizar la regulación del gravamen.

En el marco de la presentación del plan de promoción de la industria de contenidos digitales, el responsable de la cartera de Industria, Cultura y Comercio, Miguel Sebastián también confirmó que se está colaborando con el organismo capitaneado por Ángeles González-Sinde para pulir el gravamen y adecuarlo a las sentencias de los tribunales españoles y europeos, según informa EFE.

En sus declaraciones, el ministro hablaba de la decisión de la Audiencia, pero también de la sentencia del Tribunal de Luxemburgo del mes de octubre donde se consideraba ilegal la tasa en referencia a su imposición a empresas y profesionales.

González-Sinde también ha dedicado unas palabras al canon digital en la sesión de control de Senado esta mañana, pidiendo un poco de tiempo y calma mientras se realiza una modificación en su regulación. La responsable de Cultura ha señalado que aún es pronto para detallar los cambios y que el objetivo es encontrar una solución que satisfaga las necesidades de creadores de contenidos, fabricantes y ciudadanos, según se ha hecho Europa Press.

De cualquier manera, Sinde recuerda que la sentencia de la Audiencia Nacional no especificaría la devolución de las cantidades que habrían sido recaudadas por las entidades de gestión desde su aplicación, dejando lado el parecer del Tribunal de Justicia de la UE.

Aunque la ministra ha garantizado un “completo ajuste de forma inmediata”, desde el Partido Popular piden urgencia. “Junio está al lado y su tiempo se agota y su teatro también”, señaló el senador de los populares, José María Chiquillo. Éste ha recordado a González-Sinde que el pacto alcanzado con los socialistas para ajustar el canon antes del mes de julio no se trataba de “un cheque en blanco”, sino que era “una oportunidad para hacer bien las cosas”.