Una opción de compra puede convertirse en el culebrón veraniego empresarial transoceánico, si no lo ha hecho ya. La teleco holandesa KPN, propietaria entre otras de Simyo, quiere hacerse con el control de la norteamericana iBasis, pero su oferta no ha caído muy bien en la compañía a adquirir.
“KPN rechaza de plano la acusación de que está intentando asegurarse el control de iBasis de una manera inapropiada”, aseguraba la semana pasada la firma.
Una semana después, KPN e iBasis están ya en plena pelea judicial. Pero, ¿cómo han llegado hasta aquí?
iBasis, proveedora de servicios teleco y carrier estadounidense, recibía en julio una oferta de KPN para hacerse con las acciones que no poseía de la firma por 1,65 dólares por título. La oferta no había sido solicitada, puesto que iBasis no está en venta, y fue sometida al estudio de la Ejecutiva, que no respondió como KPN habría esperado.
“Tras haber analizado cuidadosamente la oferta no solicitada de KPN con consejeros legales y financieros independientes, el Comité Especial concluye unánimemente que es oportunista, extremadamente inadecuada y no (acorde) con los intereses de los accionistas minoritarios de iBasis”, anunciaba el presidente del Comité Especial de la ejecutiva de la compañía, W. Frank King. Según el comité, KPN se está aprovechando de los precios “deprimidos” de las acciones de la firma.
Con esto se cerraba julio. Agosto se ha iniciado con la guerra directa. El día cuatro, iBasis alertaba a sus accionistas sobre la oferta y los emplazaba a rechazarla. “El Comité Especial de la Ejecutiva de iBasis ha enviado recientemente la recomendación de que los accionistas RECHACEN la no solicitada oferta de Royal KPN”. Las mayúsculas no son un error tipográfico: así están en el original.
Lío judicial
La compañía lanzó entonces una dura acusación a KPN, a quien tachaba de usar un doble rasero de números, utilizando en la oferta de compra presentada a la SEC previsiones inferiores a las que utiliza internamente (una mentira, en conclusión). Tras ello, llegó la demanda judicial. El tres de agosto iBasis presentaba una demanda ante los tribunales de Delaware contra KPN por “fraude y incumplimiento de las obligaciones fiduciarias”.
KPN emitió entonces el comunicado en el que se mostraba totalmente en contra de las acusaciones y acusa a iBasis de jugar al poison pill (inflar resultados), una estrategia sin precedentes.
El último capítulo de este ya culebrón judicial es de hace unas horas. La holandesa ha señalado que el ataque judicial de iBasis no tiene ninguna base legal y que lo único que quiere es bloquear la oferta, como recoge la agencia Reuters.
El siguiente paso es el contraataque. KPN llevará a los tribunales los valores publicados por iBasis para que los neutralice. “La poison pill es una clara violación de los propios estatutos de iBasis y de los términos del acuerdo conforme al que KPN entró inicialmente en iBasis y, como tal, no es válida”, señala la holandesa a Reuters.
La continuación… en los juzgados.
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