Cuatro pantallas para un único usuario: tele, PC, móvil… y coche

Puede que el coche conectado no sea, todavía, la opción de compra que ronda la cabeza o que mejor se acople a los bolsillos de la mayoría de los conductores. Pero la industria le augura un gran futuro.

Y es este tipo de vehículos que contarán con conexión a Internet, simplificarán unas tareas, automatizarán otras y permitirán relacionarse con él o con otros dispositivos, deberían contarse por varias decenas de millones en un par de años.

Por ejemplo, según señala la alemana SAP, en 2016 habrá circulando por las carreteras unos 210 millones de coches conectados.

Su aceptación a nivel de consumo en masa implicará que el coche conectado se colará entre las pantallas favoritas de los usuarios. Tanto es así que esta misma compañía desarrolladora de software defiende que “el coche se convertirá en la cuarta pantalla” de la vida de la gente. Al menos se estarían sentando las bases para ello.

Abriendo la lista de pantallas predilectas se colocará todavía la incombustible televisión, seguida del combo de ordenadores y tabletas y, por último, el smartphone.

Pero no sólo eso. La apuesta por el coche conectado debería provocar, además, virajes de estrategia en la forma que las empresas tienen de fabricar y poner a la venta los productos de automoción. SAP vaticina también, entre otras cosas, más nivel de ahorro, menos accidentes y menos atascos.