¿Sabes cuánto cuesta una contraseña? ¿Y un número de teléfono?
El informe “Privacidad y seguridad en la vida conectada: análisis de los consumidores de Estados Unidos, Europa y Japón” de Trend Micro y Ponemon Institute nos saca de dudas.
Cuando decimos que los cibercriminales no descansan, que se encuentran activos durante todas las épocas del año y que tienen por objetivo la información privada de otras personas nos referimos a credenciales de acceso a servicios online, a números de tarjetas de crédito y a datos de contacto, por ejemplo.
Éstos son datos que, precisamente, acaban gestionando empresas online, a medida que más y más gente se convierte en internauta y realiza operaciones a través de la Red de redes. Y parece que para los usuarios en general no supone un problema confiar parte de estos datos, e incluso venderlos.
Pero, ¿sabes cuánto cuesta este tipo de información? Si tuvieses que ponerle un precio, ¿cuál sería?
Según el informe “Privacidad y seguridad en la vida conectada: análisis de los consumidores de Estados Unidos, Europa y Japón” que la compañía de seguridad Trend Micro pidió a Ponemon Institute y que ahora se ha hecho público, cada dato cuesta 19,60 dólares. Esto es, como coste medio.
Eso es lo que consideran los usuarios de diferentes países, incluyendo a España, a la hora de valorarlos. Entre todos señalan a las contraseñas como el tipo de dato más caro. Según sus estimaciones, una contraseña valdría 75,80 dólares.
A las contraseñas les siguen, por este orden, informaciones sobre la salud de la gente, su número de la seguridad social (al menos en Estados Unidos), los datos vinculados a operaciones de pago, el propio historial de adquisiciones y la ubicación en un precio momento. Las piezas que conforman este conjunto de datos estarían valoradas entre 59,80 y 16,10 dólares.
“Nos encontramos con la sorpresa de que la mayoría de los consumidores estaría dispuesto a proporcionar a las empresas información del tipo: género, nombre, hábitos de compra e incluso de su estado de salud y registro de contraseñas, si recibieran una compensación a cambio”, comenta Larry Ponemon que es, precisamente, el fundador y presidente de Ponemon Institute.
“Cuando se diera pie y si se indicara”, dice, “incluso serían capaces de poner un precio a su información personal, con una compensación que varía entre los 2,90 y los 75,80 dólares”.
Esa compensación más baja, la de 2,90 dólares, corresponde al sexo, tal y como puedes comprobar en la infografía (en inglés) que mostramos a continuación. Pero también hay otras informaciones no muy apreciadas como el nombre o el teléfono de una persona, que se habrían tasado en 3,90 y 5,90 dólares, respectivamente.
El estado civil vale de media 8,30 dólares, las imágenes que se poseen hasta 12,20 dólares y la dirección postal unos cercanos 12,90 dólares.