¿Cuántas startups hacen falta para obtener un unicornio?

Tiene ya 50 años, pero por su energía y aspecto, parece que acaba de salir de la universidad. Es emprendedor, inversor, marketiniano y el fundador de una de las mayores aceleradoras de empresas emergentes del mundo, 500 Startups, aunque hace tiempo que la cifra que acompaña al nombre se le quedó pequeña. Su iniciativa ha ayudado ya a más de 1.500 compañías y 3.000 fundadores de todo el mundo.

Con tantas startups habiendo pasado por sus manos y ojos, Dave cClure tiene todo el crédito necesario para afirmar que encontrar a un ‘unicornio’ (una empresa que no ha salido a bolsa valorada por encima de los 1.000 millones de dólares) no es nada fácil.

“La mayoría de nuestras historias son de fracaso, de fallos, de errores. Pero hay unas pocas que triunfan y que llegan a convertirse en grandes como Facebook”, ha explicado Dave esta mañana en el IN3, un evento en el que los innovadores, los inversores y las instituciones se dan la mano y que está celebrando su segunda edición en Madrid.

¿Cuántas startups hacen falta para conseguir un unicornio? Esa es la pregunta que muchos inversores que cuidan al detalle sus carteras pueden hacerse y este conocido personaje de Silicon Valley ha querido responder. McClure ha confeccionado su particular pirámide para calcularlo. Asegura que nace un unicornio de cada 1.000 proyectos apoyados por padres/garajes o bases, de cada 300 startups de aceleradoras, de cada 100 startups de fase semilla y de cada 3 empresas maduras que salen a bolsa.

Aun así conseguir un unicornio hoy en día resulta mucho más barato que hace veinte años. Internet y la globalización lo han cambiado todo. Los productos se pueden construir en semanas e incluso días. Hay muchísimas herramientas disponibles para los emprendedores a las que hace dos décadas ni habrían soñado tener acceso. En los noventa solo había servidores de Sun, pero hoy tenemos Twitter, Facebook, Google, PayPal, Amazon Web Service, etc. Cualquier negocio que esté en un ecosistema poco favorable puede tener repercusión mundial gracias a lo digital. Todo es más simple, rápido, barato e inteligente.

Para McClure “todo es cuestión de plataformas que conectan a la gente de todo el mundo. Esas tecnologías son una historia sobre la gente. ¿Qué son los selfies sino fotos de la gente que quieres o te importa? En las redes sociales al final leemos sus pensamientos, sus discusiones”, cuenta.

Silicon Valley está allá donde haya optimistas

Los VC se deben guiar por su instinto e invertir en un número razonable de compañías para que una o dos de ellas tengan éxito. Esas serán las que finalmente le acaben proporcionando un retorno superior. No es una cuestión de rezar, sino apostar por varios caballos ganadores. Algún día puede que alguno se transforme en unicornio. Para el responsable, “normalmente ocurren muchas más cosas en el lado de los inversores que en el de las startups”.

El fundador de 500 Startups insiste en que existen varios factores fundamentales para que cualquier ecosistema tenga éxito, como la educación, la conexión entre universidades y empresas, el capital, la preparación en ingeniería y diseño, las plataformas y posibilidades de distribución, los pagos online o el mercado de fusiones y adquisiciones y de OPV, sin embargo, la base de todo debe ser el optimismo y la creencia. Este pensamiento positivo y lleno de esperanza sería el que realmente definiría a Silicon Valley. Por eso, para este cazatalentos de los garajes más que un lugar, se trata de una filosofía de vida. “¿Quién es de Silicon Valley? Gente india, de África, latinos, europeos. Silicon Valley está compuesto de personas de todo el mundo que innovan y hacen cosas. Vosotros sois Silicon Valley”, ha asegurado a la audiencia.

McClure ha concluido su intervención con una reflexión: “La historia de la Humanidad es como la de los emprendedores. Nos hemos pasado miles de año buscando la Tierra Prometida y ahora nos dedicamos a buscar a los unicornios”, ha bromeado.