¿Cuáles son las principales amenazas para Apple?
Apple está en la cumbre, pero sabe que no puede dormirse en los laureles. En su informe financiero identifica los principales riesgos que amenazan su futuro.
Entre los datos que recoge el último informe financiero anual de Apple, el formulario 10-K requerido por la SEC a todas las empresas que cotizan en Bolsa, se incluye un pormenorizado catálogo de los riesgos a los que deberá enfrentarse la compañía en el futuro.
Entre todas las amenazas identificadas por la empresa de Cupertino, hay algunas que son obvias, como el contexto económico general, los riesgos de operaciones internacionales, los cambios en el marco regulatorio, etc. Pero el informe también señala algunos riesgos específicos que conviene destacar.
En primer lugar, la compañía reconoce que el mercado en el que se desenvuelve es altamente competitivo, marcado por la reducción de precios y presión a la baja de los márgenes, por lo que podría llegar a ser incapaz de competir eficazmente. Apple sabe que su pervivencia depende de la capacidad de desarrollar productos y tecnologías innovadores.
De este modo, para seguir siendo competitiva y estimular la demanda, la firma debe ser capaz de gestionar exitosamente la presentación de nuevos productos y las transiciones. Para ello, debe saber manejar los tiempos de sus presentaciones, asegurar la disponibilidad de sus dispositivos en cantidades adecuadas, garantizar la disponibilidad del software, lidiar con el riesgo de defectos que suele haber en las primeras fases de introducción de las novedades, etc. Aún así, Apple reconoce que no se puede determinar de antemano el éxito que tendrá un nuevo producto.
Además, la compañía es consciente de su dependencia de terceros, como distribuidores, operadores y otros vendedores, que en la mayoría de los casos también llevan productos de la competencia. Apple sabe que las políticas de subvención de las operadoras condicionan la venta. Asimismo, la empresa está aumentando su venta directa, por lo que cabe la posibilidad de que los vendedores vean desincentivado su interés en invertir para potenciar la venta de los artículos de su marca.
La empresa fundada por Steve Jobs y Stephen Wozniak cada vez tiene un inventario mayor y corre un riesgo superior de encontrarse con productos y componentes que se queden obsoletos o que excedan la capacidad de demanda del mercado. Todo este inventario hay que pagarlo, por lo supone la inmovilización de una gran cantidad de recursos.
Asimismo, el resultado de la empresa depende de su capacidad de obtener componentes en cantidad suficiente. Las materias primas pueden agotarse o escasear, provocando fluctuaciones en el precio o afectando a su disponibilidad.
También hay una marcada dependencia de aquellas compañías a las que Apple subcontrata la fabricación de sus dispositivos, la mayor parte de ellas radicadas en Asia. Y también recurre al outsourcing para la logística. Esta política permite recortas gastos, pero también introduce incertidumbres, ya que dichas actividades se escapan de su gestión directa. Cualquier problema con estas empresas –desastres naturales, disputas comerciales, crisis económicas, sociales o políticas, etc.- podría repercutir en la compañía de la manzana.
La firma tampoco descarta la posibilidad de que sus productos y servicios incurran en problemas de calidad que conlleven un descenso de las ventas y daño a su reputación de marca.
Por otro lado, Apple es consciente de que se basa en el acceso a contenidos digitales de terceros, vendidos a través de iTunes. Este negocio depende de la capacidad de la empresa de suscribir acuerdos con estas compañías, que eventualmente podrían decidir limitar su acceso o aumentar el precio exigido.
En la misma línea, gran parte del éxito de la firma depende del trabajo de los desarrolladores de software externos que enriquecen el universo Apple. La empresa considera que muchos usuarios adquieren sus productos por la calidad y variedad de este ecosistema, pero no hay ninguna garantía de que los desarrolladores vayan a seguir creando aplicaciones para sus productos o adaptándolas a las nuevas versiones de sus sistemas operativos, pues podrían preferir volcarse en el mercado mayoritario de ordenadores (Windows) y smartphones (Android).
Finalmente, la compañía reconoce que el continuo litigio en torno a la violación de patentes puede desembocar en resultados desfavorables, suponiendo un importante impacto económico o incluso el cese en la venta de determinados productos.