Cruise refuerza sus aspiraciones en conducción autónoma con la compra de Voyage

La aventura de la conducción autónoma tiene varios frentes abiertos, entre compañías de la industria tecnológica y fabricantes puros de automoción.

La guerra que se lleva librando desde hace unos años a nivel de vehículos capaces de conducirse solos cuenta en estos momentos con un contendiente más fuerte, tras la compra de Voyage por parte de Cruise. Juntas, ambas compañías intentarán impulsar la movilidad de las personas de forma asequible y sostenible.

Cruise, que lleva siete años desarrollando capacidades autónomas y tiene asociaciones con General Motors y Honda, apuesta la adquisición de Voyage, que ha lanzado varias generaciones de robotaxis y se ha estado centrando en un sector específico de la población, el de las personas mayores. Al convertirse en una única compañía centrarán sus esfuerzos en todos los grupos demográficos.

Voyage le aportará tecnología como Commander, Shield y Telessist, su inteligencia artificial autónoma, su sistema de mitigación de colisiones y su solución de asistencia remota.

“La industria de la conducción autónoma se está consolidando y emergen rápidamente líderes para un mercado de un billón de dólares. Después de estar íntimamente involucrado con la industria AV durante los últimos cinco años, puedo decir con certeza que Cruise, con su avanzada tecnología de conducción autónoma, asociaciones únicas con fabricantes de automóviles y un vehículo totalmente eléctrico construido especialmente sin controles humanos, está listo para ser el líder indiscutible”, opina Oliver Cameron, CEO y cofundador de Voyage.

Este directivo cree que “Cruise es la única empresa de vehículos autónomos con la capacidad de producir vehículos que se conducen solos totalmente integrados a escala de fabricación mundial”.

“Ahora, con la incorporación del equipo de Voyage obcecado con el cliente”, añade, “se encuentra bien posicionado para ofrecer el mejor producto autónomo del mundo”.