Crisis de creatividad en la industria de los videojuegos
Los juegos basados en películas de éxito y las secuelas de un mismo
juego que ya ha triunfado, priman sobre las novedades.
¿Qué hay de nuevo?
Uno de los temas que el Game Developer Conference, celebrado en
California, ha puesto de manifiesto este año es la crisis creativa de la
industria de los videojuegos. Con cada vez más y más títulos
persiguiendo el éxito de sus predecesores y los propietarios de
contenido buceando en sus librerías para conseguir material antiguo que
pueda convertirse rápidamente en un juego, la industria se enfrenta a
una pregunta más seria que retórica: ¿qué hay de nuevo?
Toru
Iwatani, creador de Pac-Man, uno de los primeros videojuegos en
traspasar fronteras y convertirse en un éxito a nivel internacional,
realizó una afirmación tajante: “La industria de los videojuegos se
hundirá a menos que empecemos a ver nuevos juegos”. Publicado por Namco
en 1980, Pac-Man no sólo traspasó fronteras, sino sexos, ya que también
se convirtió en un tremendo éxito entre las mujeres.
En el Game
Developers Conference, donde se habla sobre cómo se desarrollan los
juegos más que de qué forma se venden, la escasez de nuevos títulos y el
cada vez mayor coste de desarrollo de los mismos ha sido uno de los
temas de conversación que ha primado entre los asistentes. Y es que los
altos costes obligan a los desarrolladores a confiar en títulos y
géneros que ya han triunfado más que en asumir los riesgos de algo
novedoso e innovador.
En este sentido, Electronic Arts, el mayor
editor de juegos de esta industria, ha perfeccionado el arte de lanzar
juegos de deportes anuales o convertir éxitos cinematográficos como El
señor de los Anillos o Harry Potter en números uno de ventas en las
listas de juegos. Sólo mencionar que, en Estados Unidos, la cuota de
mercado de la compañía en 2004 es más del doble de su competidor más
cercano, y que genera más ingresos en el trimestre correspondiente al
mes de diciembre que lo que genera su más inmediato rival en un año
fiscal completo. Y esto es debido, en gran parte, a los títulos basados
en películas y los de deportes anuales.
Los conservadores son los que priman
De los 100 juegos más vendidos durante 2001 en Japón, sólo 10 fueron
títulos originales, pero este número se redujo a la mitad en 2002 y cayó
a tan sólo dos en 2003.
“La ratio de títulos originales frente a
las secuelas está cayendo dramáticamente”, afirmó Ryoichi Hasegawa, un
veterano de la industria que trabajó en Sega antes de pasarse al negocio
de juegos de Sony.
Las cifras son algo mejores en Estados Unidos,
donde el pasado mes de diciembre, según la firma NPD Group, más de la
mitad de los 20 juegos más vendidos de todas las plataformas fueron
secuelas o derivados de propiedades ya existentes.
Hay quien
comenta que parte del problema es que la media de edad de los jugadores
están avanzando a medida que la industria madura. De hecho, hace unos
días publicamos una noticia referente a los planes de Sony que alargar
la vida de su consola PlayStation 2 una década más.
No obstante,
a pesar de su rotunda afirmación y de la proliferación de secuelas y
juegos de licencias, el creado de Pac-Man afirma que este ciclo podría
romperse en dos o tres años. Esperemos que esto sea cierto, y la
industria se renueve.