Dejando de lado la teoría sobre las ventajas y posibilidades de los entornos Cloud, vamos a mostraros cómo crear, gestionar y mantener servidores virtuales dentro de un entorno Cloud que tengáis contratado. Es complicado generalizar, pues en ocasiones hay grandes diferencias entre unos proveedores y otros.
Por ello, vamos a mostraros el funcionamiento paso a paso sobre la plataforma de Arsys, uno de los proveedores nacionales que probablemente a apostado de manera más decisiva y potente por esta clase de entornos que representan el presente y futuro de los sistemas de hosting y plataformas digitales. Además, las funcionalidades que ofrece y la facilidad de gestión de su entorno lo hacen perfecto para mostrar su funcionamiento y entender mejor las posibilidades que tenemos a nuestro alcance.
En concreto, vamos a trabajar con la plataforma Cloudbuilder, con la que podemos abrir una cuenta y disponer de un Panel de Control gratuito desde el que crear toda nuestra plataforma y, a partir de ahí, añadir recursos por los que sólo pagaremos las horas que los estemos usando. Así, si mantenemos un servidor de “reserva” apagado, sólo pagaremos por el espacio de almacenamiento reservado para él, pero no por la CPU o RAM, pues son recursos que no habremos utilizado.
Si en cambio lo encendemos durante 7 días, pagaremos las horas de esos 7 días. De esta forma, podemos tener servidores virtuales de reserva y mantenerlos apagados mientras no los necesitemos. Como alternativa, al crear el servidor también podemos optar por activarlo con una instancia reservada mensual o anual, de manera que reservamos esos recursos mes a mes o año a año, pagando por ellos por adelantado y obteniendo un precio más reducido.
Hablando de precios, por poco más de 30 €/mes podemos disponer de una máquina a nuestra disposición, siempre teniendo presente que, al tratarse de un Cloud, podemos configurarla con unos recursos mínimos, pero crear alertas que incrementen su potencia de CPU/RAM cuando el tráfico o carga de trabajo lo precisen.
Creando el primer servidor
Para crear nuestra primera máquina, en el Panel de Control de Arsys tendremos que ir a Infraestructura / Servidores, donde tras pinchar en el botón Crear podremos elegir todos los detalles de nuestro nuevo servidor.
Desde el sistema operativo (Linux/Windows) hasta entre alguna de las docenas de versiones que se nos ofrecen para cada caso. Podemos encontrar todas las versiones Server de Windows desde la 2003, así como una larga lista de distribuciones Linux listas para su uso, pudiendo siempre elegir entre las instalaciones mínimas, hasta las completas partiendo de la ISO de instalación original. En este punto, además, si la versión elegida lo permite podremos añadir a la plantilla seleccionada componentes adicionales, como los famosos paneles Plesk de gestión de alojamientos Web, pudiendo seleccionar también la licencia en base al volumen de dominios que pretendemos gestionar.
Tras lo anterior, nos queda elegir el compromiso: horas, mes o año. Son los tres niveles que comentábamos antes. Si se trata de un servidor de producción, resultará mucho más económico contratarlo mensual o anual, mientras que si se trata de una máquina que vamos a configurar de reserva como respaldo en caso de problemas, o para un proyecto muy puntual, podemos optar por la opción de pago por Horas. En este caso, sólo pagaremos los recursos durante las horas que pase encendido el servidor.
Elección de recursos y creación
Tras pinchar en Siguiente, pasaremos a elegir los recursos base que necesitamos. Además, podremos elegir entre servidores Estándar o Premium. Los primeros tienen limitaciones en cuanto a capacidad máxima, posibilidades de crecer en caliente, clonarlo mientras está en funcionamiento, o en lo que se refiere al rendimiento de su sistema de almacenamiento. Nuestro consejo es que, para máquinas donde tengamos prevista una carga de trabajo elevada, o con las que manejemos servicios que precisen de la máxima estabilidad, optemos por Premium. En servidores de desarrollo, reserva o para entornos con pocas necesidades, uno Estándar será más que suficiente.
Justo debajo se nos preguntará los recursos que inicialmente destinaremos al nuevo servidor. No olvidemos que estamos en un Cloud, esto es, no necesitamos preocuparnos demasiado en este punto por la configuración pues podremos ajustarla en cualquier momento. Os recomendamos elegir la mínima que vayamos a necesitar, y más adelante escalarla según necesidades. Así, si con 50 Gbytes de disco o 4 Gbytes de RAM vamos a tener suficiente de inicio, mejor pagar poco de entrada, y luego incrementar recursos según sea preciso. Eso sí, atención a las vCPU. No son más que núcleos de proceso asignados por el Cloud a nuestro servidor virtual, y cualquier sistema operativo con un mínimo de servicio cargados (Apache, MySQL, etc.) necesitará al menos 2 núcleos para ser mínimamente operativo. Como en el caso de la RAM o el almacenamiento podemos incrementarlos después, pero más vale ser generoso desde el inicio.
Para terminar, en la última pantalla del asistente podremos indicar una contraseña para el usuario root/administrador, y asignar si lo deseamos algunas opciones avanzadas (Firewall, balanceo, Monitorización, etc.). Sobre ellas profundizaremos en futuros artículos.
Tras pinchar sobre Crear servidor, comenzará el proceso de generar el servidor virtual dentro de la plataforma Cloud. Es un proceso que puede durar desde 1-2 minutos en el caso de las distribuciones Linux más sencillas, hasta algo más de 10 minutos en el caso de las plantillas basadas en Windows, que han de ejecutar diferentes scripts de configuración.
Al finalizar el proceso, tendremos un servidor 100% operativo en nuestro Panel de Control sobre el que podemos comenzar a trabajar de inmediato.
Acceso y operaciones
A partir de aquí, lo más básico será acceder al servidor para comenzar a configurarlo según nuestras necesidades, y prepararlo para su puesta en producción. En el listado principal tenemos los servidores de nuestro Cloud con su IP correspondiente, a la que podemos lanzar una conexión SSH para acceso vía línea de comandos, vía Web si se trata de un panel Plesk, o Escritorio Remoto en el caso de los servidores Windows. Eso sí, en todos los casos tendremos la opción de ir a Acciones / Acceder a la consola KVM, con lo que podremos lanzar una nueva ventana que nos mostrará la pantalla del servidor, y nos permitirá acceder a él incluso si hubiera problemas con la configuración de la conexión de red o el Firewall.
Dentro de este mismo menú, además, tendremos la opción de eliminar la máquina, apagarla, encenderla, clonarla, e incluso activar una unidad DVD virtual que contenta la ISO de nuestro sistema operativo, algo muy útil a la hora de reinstalar/reparar o cargar nuevos componentes que tuviera la instalación por defecto.
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