La COVID-19 impulsa la tecnología de pago invisible
La tecnología de pago invisible o sin fricciones, que permite abonar nuestra compra sólo con salir del establecimiento, sin realizar ninguna otra acción, se verá impulsada por la amenaza del coronavirus.
La pandemia está cambiando la relación entre el comprador y la tienda. Las medidas de prevención han impulsado el pago con tarjeta, con el fin de evitar el intercambio de dinero en metálico. De igual modo, los sistemas de pago sin contacto, ya sea con tarjetas contactless o mediante móviles con tecnología NFC, han experimentado un repunte, buscando reducir el riesgo de contagio.
Un paso más allá, en los próximos años veremos crecer el número de establecimientos que cuentan con sistemas de pago inteligente sin fricciones, que sustituyen a los pagos fijos tradicionales. Estas tecnologías permiten que el cliente pague sólo con salir por la puerta del establecimiento, sin escanear su compra ni usar dinero en metálico o tarjetas, tal y como ya se hace en los supermercados Amazon Go.
Al menos así lo creen los expertos de Juniper Research. Según recoge en su informe ‘Digital Retail Technologies: Adoption, Implementation & Strategy 2020-2025’, el valor de las transacciones procesadas por tecnologías de pago invisible alcanzará los 387.000 millones de dólares en 2025, disparándose desde los escasos 2.000 millones que supone actualmente.
La consultora considera que este rápido crecimiento estará impulsado por los comercios que buscan modelos comerciales sostenibles a raíz de la pandemia causada por la COVID-19. Creen que la pandemia no es el único factor que dinamizará la adopción de esta tecnología, pero estiman que será el catalizador que acelerará su incorporación a las tiendas dentro de un proceso de declive a largo plazo del modelo de comercio minorista tradicional.
Sin embargo, todavía es pronto para aventurar la transición de todo el sector retail. El estudio detalla que, si bien el crecimiento en la adopción de pagos invisibles es espectacular, la innovación se limitará inicialmente a determinados establecimientos. La punta de lanza será el segmento de conveniencia, donde las líneas de productos son más simples y los costes de implementación son más bajos. Y esta tecnología también irá recalando al principio en las cadenas minoristas más grandes, capaces de asumir los importantes costes de inversión que comporta su adopción.
Por otra parte, Juniper Research hace hincapié en que el uso de inteligencia artificial (IA), incluyendo los sistemas de pago invisible y los chatbots, será fundamental para que los minoristas puedan ofrecer una experiencia omnicanal atractiva para los consumidores. Así pues, la investigación pronostica que los comercios multiplicarán el gasto en IA en los próximos cinco años, invirtiendo más de 23.000 millones de dólares en 2025, frente a los 5.000 millones que destinarán este año.”
“Para competir con los disruptores del comercio electrónico que dependen en gran medida de la IA, los minoristas tradicionales deben adoptar IA rápidamente para aumentar la eficiencia. Si no lo hacen, se enfrentarán a un mercado minorista altamente mercantilizado con un modelo comercial anticuado y poco competitivo”, declara Nick Maynard, coautor del estudio.
Asimismo, la consultora advierte que la utilización de RFID para el seguimiento es esencial para permitir la analítica en la cadena de suministro, en pos de una mayor eficiencia. El informe indica que la necesidad de datos estandarizados para el análisis impulsará el despliegue de la RFID, por lo que el gasto en esta tecnología por parte de los minoristas ascenderá hasta los 32.000 millones de dólares en 2025, frente a los 9.000 que dedicarán este año.