Convulsión en RIM: dimiten sus fundadores y ya hay nuevo CEO
Thorsten Heins sustituye a Jim Balsillie y Mike Lazaridis al frente de la compañía, como CEO y presidente.
Finalmente la presión de los accionistas ha pesado más que la voluntad de Jim Balsillie y Mike Lazaridis de seguir al frente de Research In Motion como co-CEOS, y ambos han presentado su renuncia tras dos décadas de poder.
Thorsten Heins, hasta ahora director de operaciones de producto de la compañía, se incorpora al Consejo Directivo y es desde hoy el nuevo CEO. En la página web de RIM también aparece identificado con el cargo de presidente, y se explica que se unió a la empresa en diciembre de 2007 como vicepresidente senior de ingeniería de hardware. Anteriormente había trabajado en Siemens Communications.
Por su parte, Balsillie queda relegado a mero miembro del Consejo, del que Lazaridis será vicepresidente además de dirigir el Comité de Innovación, “para ofrecer asesoría estratégica, proporcionar una transición sin problemas y seguir promoviendo la marca BlackBerry en todo el mundo”.
El cambio de liderazgo podría haberse producido a instancias del propio Lazaridis, que ha explicado en un comunicado que “llega un momento en el crecimiento de toda empresa de éxito en el que los fundadores reconocen la necesidad de pasar el testigo”. En este sentido “Jim y yo nos hemos dirigimos a la Junta y hemos dicho que creíamos que la hora había llegado”.
La última persona en entrar en escena es Barbara Stymiest, procedente del Royal Bank de Canadá, ha sido nombrada presidenta de la Junta independiente aunque los rumores la encumbraban ya como nueva dirigente de la compañía.
El pasado año ha sido uno de los peores en la historia del famoso fabricante de teléfonos. Desde el fracasado lanzamiento de su tableta PlayBook, que llegó al mercado falta de aplicaciones y autonomía, hasta el sonado apagón de su servicio de datos que dejó sin conexión a millones de usuarios de todo el mundo durante casi cuatro días, los avatares han sido numerosos. Sus acciones en bolsa han registrado mínimos históricos, su cartera de productos adolece de antigüedad crónica e incluso ha tenido que cambiar el nombre a su sistema operativo BBX por una disputa legal.