En lugar de hacer que el usuario tenga que crear su propio dispositivo o basarse en hardware de alto coste, eyeCharm se basa en un añadido a un producto de consumo masivo tan extendido como Kinect.
Básicamente se trata de una lente para la cámara y un filtro para el proyector, ambos de infrarrojos, junto con unos LEDs, también de infrarrojos, colocados en los laterales.
Gracias a esto se consigue un aparato muy similar a los existentes, pero con la ventaja del relativamente bajo coste de Kinect y la rapidez que implica un sistema pensado para juegos.
Además, en cuanto al software utiliza la SDK de su sistema NUIA, que llevan desarrollando desde hace años, permitiendo unir hardware y software con una solución bastante económica.
Sí, porque el conjunto cuesta sólo 50 dólares y es compatible con Windows 7 y 8. Aunque queda todavía saber si conseguirán reunir los 100.000 dólares que necesitan para ponerse en marcha, ya que es un proyecto Kickstarter.
¿Cómo lo veis? ¿Suena bien el que se esté creando una alternativa de bajo coste para el control por visión?
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