El conflicto que se ha prolongado desde febrero en Ucrania tras la invasión rusa está llevando a las compañías internacionales que allí operan a tomar decisiones que parecen definitivas.
Muchas empresas tecnológicas han decidido suspender sus operaciones en Rusia como respuesta a esta situación.
Las últimas son Nokia y Ericsson. La primera de ellas, que tiene planes para borrar su presencia por completo, espera cerrar buena parte de su negocio antes de que termine 2022. Tenía a unos 2000 personas contratadas en Rusia.
“A finales de año, la gran mayoría de nuestros empleados en Rusia se habrán ido de Nokia y habremos desocupado todas nuestras oficinas. Mantendremos una presencia formal en el país hasta que se complete el cierre legal”, ha confirmado la compañía, según informa Reuters.
La actividad residual se refiere al mantenimiento de redes críticas, tal y como recoge esta agencia de noticias, ya sea por obligaciones contractuales o bien por causas humanitarias.
Ericsson, cuya plantilla en Rusia asciende a las 400 personas, irá recortando sus actividades comerciales de forma gradual en meses venideros. En su caso ya había anunciado en primavera una suspensión indefinida de su negocio y tenía a sus empleados de permiso retribuido.
Estos anuncios se suman al de Dell Technologies, que ha clausurado sus oficinas y puesto punto y final a las operaciones que llevaba a cabo en la zona. Lo ha hecho tras la suspensión de ventas a principios de año.
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