Continúa disminuyendo el teletrabajo en España
El teletrabajo sigue siendo una opción para muchos trabajadores y empresas en España, con la opción de un enfoque híbrido o mixto
El teletrabajo se convirtió en una forma de trabajo común durante la pandemia de COVID-19. En España el porcentaje de trabajadores que realizan su trabajo de forma remota aumentó significativamente en 2020, llegando a representar el 34,4 % de la población ocupada en el segundo trimestre del año. Sin embargo, en los últimos meses, esta tendencia ha ido disminuyendo gradualmente.
Según los datos recientes de la Encuesta de Población Activa (EPA), el porcentaje de trabajadores que realizan su trabajo de forma remota ha disminuido al 24,7 % en el último trimestre de 2022. Esta cifra refleja un descenso significativo en comparación con los niveles alcanzados durante el año anterior, cuando el teletrabajo alcanzó su punto máximo.
Múltiples factores
La disminución del teletrabajo en España se debe a varios factores. En primer lugar muchas empresas han comenzado a volver a sus lugares de trabajo habituales. A medida que la pandemia se ha ido controlando en algunos lugares las empresas han optado por regresar a las oficinas en lugar de permitir que sus empleados trabajen de forma remota.
Además algunos empleados han expresado su preferencia por trabajar en un entorno de oficina, en lugar de trabajar desde casa. Muchos trabajadores han señalado que el trabajo en casa puede ser solitario y que prefieren trabajar en un ambiente más social. Otros trabajadores han señalado que la falta de separación entre el trabajo y el hogar puede afectar su bienestar mental y emocional.
Otro factor que ha contribuido a la disminución del teletrabajo en España es la falta de apoyo del gobierno. A pesar de que se han introducido medidas para fomentar el teletrabajo, como la Ley de Trabajo a Distancia, muchas empresas se han resistido a adoptar esta forma de trabajo. Además la falta de acceso a tecnología adecuada y la falta de medidas de seguridad también han disuadido a algunas empresas de permitir que sus empleados trabajen de forma remota.
A pesar de estos factores el teletrabajo sigue siendo una opción para muchos trabajadores y empresas en España. Algunas empresas han optado por adoptar un enfoque híbrido, permitiendo que sus empleados trabajen de forma remota algunos días a la semana mientras que trabajan en la oficina en otros días. Esto les permite beneficiarse de los aspectos positivos del teletrabajo, al tiempo que aborda algunas de las preocupaciones relacionadas con la productividad y el bienestar de los empleados.
Estudio de ONTSI
El Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) ha publicado un informe sobre el teletrabajo en España y su evolución en comparación con el resto de la Unión Europea. A pesar de que la pandemia aceleró la adopción del teletrabajo en España el informe muestra una disminución gradual de esta modalidad durante el año 2022, con un repunte leve en los últimos tres meses. El porcentaje de trabajadores que teletrabajan ha disminuido del 13,6 % en 2021 al 12,5 % en 2022, tanto para hombres como para mujeres, y se ha cerrado la brecha de género en este indicador. Actualmente, el 12,6 % de las mujeres y el 12,5 % de los hombres teletrabajan en España.
El teletrabajo habitual, que implica trabajar desde casa más de la mitad de los días, ha disminuido del 7,9 % al 6,4 %, mientras que el teletrabajo ocasional, que implica trabajar desde casa menos de la mitad de los días, ha aumentado del 5,7% al 6,1%. El informe también destaca que el teletrabajo está más extendido en personas mayores de 25 años, siendo los trabajadores de entre 35 y 54 años los que más teletrabajan. En cuanto a la edad y la modalidad de teletrabajo, se observa que el teletrabajo habitual está más extendido entre los grupos de edad hasta los 44 años, mientras que el ocasional es más frecuente a partir de los 45 años.
Los trabajadores por cuenta propia son los que más teletrabajan en España, con un 26,4 %, mientras que los asalariados lo hacen en un 10 %. El informe también muestra una disminución tanto en el teletrabajo habitual como en el ocasional en ambos tipos de relación laboral.