Contestar mal las preguntas de seguridad y otras cosas que protegen (o no) a los internautas españoles
De acuerdo con datos de 1&1 IONOS, prácticamente 6 de cada 10 usuarios en España no se preocupan de cambiar de contraseña según el servicio.
Las contraseñas continúan siendo la gran barrera que mantiene alejada a los ciberdelincuentes de los datos más preciados de los usuarios particulares y empresariales. Pero, ¿hemos aprendido a utilizarlas?
De acuerdo con una encuesta de 1&1 IONOS, prácticamente 6 de cada 10 (59 %) internautas españoles usan la misma contraseña para algunas o todas sus cuentas. Solamente un tercio estaría utilizando contraseñas diferentes para cada cuenta.
Además, una quinta parte no ha cambiado la contraseña de su servicio principal de correo en más de un año. Y muchos todavía confían en las denominadas preguntas de seguridad: el 46 % las responde de forma veraz, lo que los pones en peligro ya que acaban manejando información que se encuentra a menudo disponible en internet, sin ir más lejos en las redes sociales. Hasta 1 de cada 5 utiliza información personal como su cumpleaños, el nombre de su mascota o su equipo de fútbol. Y el 16 % se basa en secuencias simples como “1357”, QWERTZ” o “wasd”.
Estos datos demuestran que todavía hay que mejorar los hábitos de los internautas, sobre todo si se tiene en cuenta que un 24 % de los usuarios españoles considera excesivo el número de contraseñas que debe recordar. Un 7 % usa más de 30 servicios con conexión. Y, si bien el 45 % dice recordar sus contraseñas, un 24 % las anota en papel. Otro 5 % utiliza administradores de contraseñas, un 2 % recurre a servicios de inicio de sesión único como los de Google o Facebook y un 1 % las mantienen en un documento en la nube.
También hay gente con imaginación y, por supuesto, preocupada por su seguridad. El 28 % parece ser creativo a la hora de crear sus contraseñas. El 23 % responde mal deliberadamente a las preguntas de seguridad para protegerse y un 11 % crea sus propias preguntas. El 48 % mete caracteres especiales en sus contraseñas. Y el 69 % sobrepasa el mínimo recomendado de 8 caracteres, con un 35 % que se va por encima de los 10.