Los contenidos digitales favorecen la aparición de nuevos modelos de negocio
La libertad de pago, la paquetización de productos, la venta directa o la autoedición de contenidos son algunos de los modelos de negocio emergentes.
Las tendencias y factores que impulsan la economía digital en global, y el sector de los contenidos digitales en particular, favorecen la aparición de nuevos modelos de negocio innovadores, según apunta el Informe anual del análisis cualitativo de la oferta legal y no autorizada de contenidos digitales, realizado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI).
En este sentido, cobran especial relevancia modelos de negocio emergentes como el de libertad de pago, los basados en la paquetización de productos, la venta directa, el crowdfunding, la autoedición de contenidos, el micropago del contenido fraccionado, el pago por consumo o modelos de suscripción, la membresía y el modelo freemium-premium donde la oferta de contenidos gratuitos se complementa con otros adicionales de pago.
El informe realiza también un análisis de las tendencias más relevantes del mercado de los contenidos digitales. En cuanto a equipamiento e infraestructuras, el informe destaca el interés de los operadores de telecomunicaciones en configurar paquetes de servicios atractivos para el usuario. Otra tendencia es el desarrollo de las redes de banda ancha de alta velocidad.
Se observa igualmente la presencia de nuevos líderes de opinión (youtuber, videoblogger, etc.) como autogeneradores de contenido, el impulso de las narrativas transmedia como nueva forma de comunicación y el recurso de la gamificación en los sectores editorial y publicitario. Además, se aprecia una tendencia a la emergencia de oligopolios en la distribución de contenidos de carácter internacional, o la explotación del big data para descubrir patrones de consumo y personalizar las ofertas de productos y servicios.
Sobre los efectos que tiene en el sector la digitalización de los contenidos, el informe señala que inciden en todos los subsectores del mercado de los contenidos digitales (música, cine, audiovisuales, editorial, videojuegos y publicidad). Entre ellos se incluyen el incremento de modelos de negocio basados en suscripciones en detrimento de las ventas por unidad, la reducción de los precios y la simplificación de la cadena de valor donde se reduce la influencia de los gastos técnicos y de intermediarios.
En España, la facturación total del sector de contenidos alcanzó los 14.061 millones de euros en 2014. Del total de facturación, aquella que corresponde a contenidos digitales son 8.060 millones de euros, lo que supone una tasa de digitalización del sector de 57,3%.
También cabe subrayar la existencia de impulsores que facilitan el crecimiento de la industria de contenidos digitales y de inhibidores que podrían frenarlo. Entre los impulsores, destacan la promoción del sector por parte de las administraciones públicas; el constante crecimiento del número de internautas; la mejora de la red de banda ancha y de las velocidades de conexión; el incremento de la penetración de dispositivos conectados a Internet, como smartphones, tabletas y smart TV; la existencia de una mayor oferta de obras disponibles en los servicios de distribución online y la irrupción de nuevos modelos de negocio.
Entre los factores inhibidores, el informe destaca la falta de profesionales cualificados, la limitación territorial de las licencias concedidas a los productores para la distribución de contenidos, la competencia que representa el crecimiento de otros subsectores como el de las aplicaciones y juegos para móviles o la creciente percepción por parte de los usuarios de que el uso comercial de datos personales por las plataformas digitales supone una pérdida de los derechos de privacidad. Sin embargo, el más significativo –según el informe- es la oferta no autorizada de contenidos digitales, la piratería.
Para combatirla, el informe propone la reforma de la legislación del sector, la puesta en marcha de campañas de sensibilización, el incremento de las actividades educativas y una aproximación voluntaria entre los principales agentes del ecosistema digital para garantizar un mayor equilibrio, competencia efectiva, seguridad jurídica y un menor nivel de fraude.