Consejos para mover dinero en Internet con total tranquilidad
Ahora que comprar online se ha convertido en una práctica cotidiana, y teniendo en cuenta que la actividad de los ciberdelincuentes no cesa, es necesario aplicar todo un manual de buenas prácticas.
Adquirir productos o servicios a través de Internet se ha convertido ya en una práctica habitual en las vidas de los usuarios contemporáneos.
Además de haberse avanzado en cuestión de fiabilidad acerca de la tecnología utilizada, ahora existe mayor flexibilidad al poder realizar las transacciones de dinero tanto a través de los típicos ordenadores portátiles y de escritorio como de los modernos smartphones y tabletas. Esto quiere decir que, cuando alguien quiera comprar algo, puede hacerlo independientemente del momento y del lugar en el que se encuentre.
Eso sí, para eludir las triquiñuelas de los ciberdelincuentes, todo el mundo debería seguir un protocolo de prácticas seguras.
Desde la empresa de seguridad Kaspersky Lab recomiendan comenzar, obviamente, con el blindaje del dispositivo utilizado. Tanto si se echa mano de un PC, un Mac o un gadget móvil, el cuidado en la actualización del sistema operativo cada vez que se publica un parche debería ser el mismo. Y no sólo hay que vigial el estado del sistema operativo, también hay que utilizar en todo momento la versión más reciente del navegador y de las aplicaciones para transacciones financieras que se tengan instaladas, ya que podrían convertirse en vía de acceso para el malware.
Los expertos advierten, aparte de esto y de usar soluciones “antimalware”, de la necesidad de actualizar el resto de programas que estén disponibles en el aparato informático, “puesto que un cibercriminal podría acceder a tu dispositivo a través de otra aplicación vulnerable”.
También aconsejan usar únicamente dispositivos de uso personal para realizar estos pagos online y nunca “ordenadores públicos, de amigos o en común con otras personas”.
Más allá del propio hardware utilizado para conectarse y del software que se ha descargado, es preciso revisar muy bien las páginas a través de las que se acometen las transacciones. Aquí los pasos a seguir serían huir de webs desconocidas, asegurarse de que no es una copia falsa, confiar únicamente en aquellos sitios que recurran a técnicas de cifrado y al protocolo HTTPS, no pinchar en banners y, muy importante, elegir una credencial de acceso “única, robusta y larga”.
Un par de buenas ideas adicionales para completar todo este proceso sería habilitar la opción de autenticación de dos factores siempre que sea posible, claro, y usar elementos tipo Verified by Visa y 3D Secure.