La publicidad dirigida es uno de los grandes avances de los anuncios online. Permite el uso de la información de navegación de los usuarios para hacerles llegar publicidad dedicada, e incluso para utilizar su propia imagen en los anuncios. Estas prácticas, sin embargo, están despertando el recelo de los internautas y de asociaciones que velan por la protección de la intimidad.
La Federal Trade Commission (FTC) de Estados Unidos propuso ayer unas líneas maestras de comportamiento para suavizar el impacto de estas prácticas sobre los usuarios. La más llamativa de ellas es el pago voluntario de una comisión a los internautas cuyos hábitos de navegación estén siendo monitorizados y utilizados para personalizar anuncios.
Las propuestas de la FTC incluyen el control de los datos sensibles de los usuarios, como la información médica o las actividades online de los niños, en los anuncios dirigidos. También da indicaciones para la seguridad y retención de los datos con propósitos corporativos y legales, según anuncia el propio organismo en un comunicado.
La FTC propone unas líneas básicas, no una norma. Al menos, por el momento. Si las empresas de gestión de la publicidad online y los anunciantes no siguieran esas líneas, el organismo regulador podría ejercer una mayor presión sobre la industria. En cualquier caso, el hecho de que sus consejos vayan más allá de los que ofrece la Network Advertising Initiative indica que la industria no está sabiendo autorregularse.