Consejo y Parlamento Europeo perfilan la futura Ley de Mercados Digitales (DMA)
La futura Ley de Mercados Digitales va tomando forma con el trabajo conjunto de Consejo Europeo y Parlamento Europeo.
La Digital Markets Act (DMA) o Ley de Mercados Digitales que regulará las grandes plataformas digitales y tecnológicas está cada vez más cerca de convertirse en una realidad tras el acuerdo al que han llegado el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo, a falta de que se lleve a cabo la aprobación formal por ambas instituciones comunitarias.
El objetivo de la DMA es conseguir una mayor equidad y competitividad en el sector digital, estableciendo las reglas a las que deberán someterse las grandes plataformas online, evitando que alguna de ellas adquiera una posición de predominio, denominada en el argot de esta normativa como gate keeper o “guardian de acceso” de manera que restrinja a otras empresas de menor tamaño el acceso a los usuarios.
Se trata de conseguir mercados abiertos, justos y disputables en el ámbito digital que favorezca a los consumidores y a las empresas de la UE que prestan servicios digitales pero se ven limitadas por las posiciones de dominio de las grandes empresas tecnológicas.
Gate keepers, los guardianes del acceso
Desde servicios en la Nube a marketplaces y buscadores, para tener la consideración de gate keeper las empresas deberán cumplir las siguientes condiciones:
- Volumen anual de negocios en la UE que supere los 7.500 millones de euros en los últimos tres años.
- Valoración de mercado de más de 75.000 millones de euros.
- Al menos 45 millones de usuarios finales mensuales
- Al menos 10.000 usuarios profesionales establecidos en el territorio de la UE.
- Controlar uno o varios servicios básicos de plataforma en al menos tres Estados miembros de la UE.
Por servicios de plataforma la DMA entiende los siguientes:
- Buscadores
- Redes sociales
- Servicios en la Nube
- Asistentes inteligentes
- Servicios de publicidad
- Tiendas de aplicaciones
- Navegadores web
- Marketplaces
Salvo casos excepcionales quedan excluidas las pequeñas y medianas empresas, estando prevista una figura de gate keeper emergente que sería de aplicación a empresas con una posición competitiva demostrada pero aún no consolidada.
Las empresas infractoras podrán recibir sanciones de hasta el 10% de la facturación mundial, que se elevarían hasta el 20% en caso de reincidir. Cuando quede finalmente adoptado, el Reglamento DMA será directamente aplicable en toda la UE tras un plazo de vacatio legis desde su entrada en vigor.