Conoce los 4 tipos de productividad

Productividad

Priorizar, planificar, conciliar y visualizar son habilidades claves para ser productivo. Sin embargo, no todas las personas las poseen en la misma medida.

Continuamente se nos iniste en que debemos ser productivos. Pero lo que muchas veces se olvida es que, al igual que sucede con la inteligencia, también existen distintos tipos de productividad. Cada persona tiene más desarrolladas unas habilidades que otras, por lo que necesitamos enfoques personalizados, empleando estrategias de trabajo que se alineen con nuestros propios estilos cognitivos. Para ello, hay que empezar por conocer los diferentes tipos de productividad según el estilo de cada persona.

1. Prioritaria. Las personas dadas a priorizar son lógicas, analíticas, se basan en hechos y tienen un pensamiento realista. A veces tienen tendencia a ser controladores y rígidos. Su aportación a un equipo de trabajo se basa en el análisis crítico de datos, la resolución de problemas lógicos, la orientación a un objetivo, la consistencia y la firmeza.

2. Planificadora. El planificador es el miembro del equipo que se nutre del pensamiento secuencial y detallado. Además de organizar, el planificador se sumerge en los detalles de un proyecto. No es muy espontáneo y a veces pierde oportunidades debido a su resistencia a desviarse de los planes. Entre sus contribuciones al equipo, destacan la orientación a la acción y el sentido práctico, la búsqueda de fallos pasados por alto y la organización y el mantenimiento de los proyectos.


3. Conciliadora.
Este tipo de productividad se desarrolla entre las personas con un pensamiento solidario, expresivo y emocional. La comunicación y el trabajo en equipo son fundamentales, facilitando la interacción del equipo, anticipándose a los sentimientos de los demás y convenciendo y vendiendo sus ideas.

4. Visualizadora. La propia de las personas que enfoques holístico, intuitivos y sintetizadores. Ideal en situaciones de trabajo bajo presión y múltiples proyectos. A veces, tienden a pasar por alto los detalles y valorar las posibilidades más que el proceso. Contribuyen al equipo facilitando la innovación, aportando una solución creativa a los problemas y con su capacidad para prever el futuro, reconocer nuevas oportunidades e integrar ideas y conceptos.