La confianza en los CEO baja en todo el mundo
Sólo el 37% de los encuestados por Edelman en 28 países considera que los CEO son creíbles o muy creíbles como portavoces.
Crisis económica, crisis política, crisis de valores… y crisis de liderazgo empresarial. La confianza en los directores ejecutivos o CEO se ha desplomado y alcanza un mínimo histórico, según la encuesta mundial de la agencia de relaciones públicas Edelman.
El estudio, publicado este lunes coincidiendo con el Foro Económico Mundial de Davos, preguntó a 33.000 personas de 28 países a través de una encuesta en línea. La conclusión: la confianza en los CEO es pobre, ya que sólo el 37% de los encuestados considera que son creíbles o muy creíbles como portavoces. Una caída de 12 puntos porcentuales respecto a las cifras de 2016 y un mínimo histórico desde que comenzó la encuesta en 2001.
El país donde más personas confían en los altos ejecutivos es México (un 61% de los encuestados). Emiratos Árabes (55%) o Sudáfrica (52%) también tienen tasas relativamente aceptables de confianza. En el extremo opuesto se sitúan Francia y Reino Unido, donde sólo un 23% y un 28%, respectivamente, confían en los CEO. En España, el nivel de confianza es del 40%.
Esta caída se debe, según el Trust Barometer de Edelman, a la preocupación de los empleados por el impacto del comercio o la automatización en sus trabajos, ante la que los CEO dan una respuesta decepcionante.
“Querían que los CEO ayudasen a llenar el agujero, quieren que más gente sea como Paul Polman [CEO de Unilever] o Howard Schultz [CEO saliente de Starbucks]. Quieren que personas que reconozcan que el negocio tiene una responsabilidad social. No estoy hablando de responsabilidad social corporativa, estoy hablando de lidiar con la automatización o el comercio, de qué va a pasarme como empleado”, explican desde Edelman.
Una cuestión clave para recuperar la confianza perdida es la comunicación. El informe sugiere que los empleados deben ser un elemento central en los negocios. “Hay que contar con los empleados, hacerles saber lo que está sucediendo y hablar con ellos honestamente. El método predominante de comunicación es de igual a igual, no de arriba hacia abajo”, apunta el informe.