Hablamos de poder conectar cualquier smartphone a prácticamente cualquier sistema óptico, yendo desde portátiles prismáticos hasta telescopios de cualquier tamaño, incluso microscopios, de hecho casi cualquier visor que esté pensado para colocar el ojo.
Snapzoom dispone por un lado de varios enganches adaptables que se ajustan a casi cualquier tipo de teléfono, incluyendo enormes como el Galaxy Note II, y por otro lado un sistema que se adapta a diferentes tipos de visores, ya sean para uno o dos ojos.
De esta forma luego se puede ajustar fácilmente y con precisión la cámara al visor, alineándolos perfectamente y ofreciéndote las enormes posibilidades de un smartphone con una óptica mucho mejor y especializada.
Echándole un vistazo al dispositivo, no parece muy complejo, aunque a pesar de ello cuesta 75 dólares. Con la versatilidad que tiene y lo que te puedes ahorrar bien merece la pena ese dinero, pero muy probablemente lo veamos incluso antes de su puesta en venta este septiembre fusilado por copias chinas.
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