Comunicaciones Unificadas como fórmula para mantener a flote a la empresa
Con la crisis amenazando y los presupuestos de TI cada vez más raquíticos, las empresas se plantean el despliegue de soluciones de comunicación unificada como forma de responder a sus objetivos de negocio.
En un reciente informe, los analistas de Forrester Research predicen que el mercado de comunicaciones unificadas empresarial crecerá de los 1.200 millones de dólares que supuso en 2008 a los 14.500 millones de dólares en 2015. Para responder a esta demanda de herramientas de comunicación empresarial, los vendedores de telecomunicaciones no han estado a la altura para crear nuevas tecnologías o reempaquetar las soluciones existentes conocidas como CU.
En un artículo del año 2007 titulado “Las comunicaciones unificadas en cinco pasos”, escribí que “para que un proyecto triunfe debe contribuir a mantener los objetivos marcados, sin olvidar tampoco los objetivos generales del negocio”. Un proyecto de comunicación unificada debe estar entre las prioridades de la organización como un todo y no sólo ser importante para la división tecnológica.
A su vez, las comunicaciones unificadas deben resolver las necesidades por las que se decidió poner en marcha el proyecto, sin detenerse en ofrecer funciones atractivas –aunque a fin de cuentas improductivas- que además de caras no ayudan a transformar las prácticas de negocio.
Desde que escribí aquel artículo hasta ahora, sigo viendo estas afirmaciones como válidas, ya que los productos de comunicación unificada que he visto o probado han resultado ser buenos con las prestaciones, pero no tan buenos para resolver problemas de presupuesto ajustado o mejorar prácticas empresariales.
Por ejemplo, la suite Unison Server y Desktop UC parecen de lo más competente porque unen un buen número de funciones para el escritorio a un precio razonable –gratis para los que estén dispuestos a recibir publicidad en el escritorio-. Los usuarios ven todos sus mensajes en una bandeja de correo unificada, y pueden cambiarse fácilmente de una comunicación a otra pasando de VoIP, mensajería instantánea y correo electrónico (basándose en la información presencial incorporada).
En ese mismo artículo de 2007, dije que se necesitaba una estrategia coherente de comunicación unificada para extender los servicios a cuatro categorías de terminales: dispositivos (PC, teléfonos y teléfonos inteligentes), aplicaciones de negocio (ERP y CRM), tipos de red (oficina versus hogar, cable versus inalámbrico) y sistemas operativos. Cuando le ponemos a prueba con estos criterios, Unison sólo es capaz de cumplir con dos categorías, y tampoco lo hace muy bien.
En cuanto a la de dispositivos, Unison funciona con PCs, pero no con dispositivos móviles. Y de los sistemas operativos, Unison sólo soporta Windows y Linux (aunque en beta), pero no Mac OS X, que tiene probablemente más presencia en los sobremesas empresariales que Linux. Las otras dos categorías las ignora por completo.
Sin soporte para vídeo o colaboración de documentos, ¿puede una solución ayudar a ahorrar costes por desplazamientos? ¿Sin estar asociado a vendedores de aplicaciones de negocio o a arquitecturas abiertas para el desarrollo de aplicaciones, puede ayudar a las empresas a automatizar sus servicios? Es posible que la empresa tenga pensado incluir estas funciones pronto, pero sin ellas ahora o en un futuro próximo, el producto no puede despegar.