Cuando en 2020 el mundo se encontraba en medio de la pandemia de COVID-19, con confinamientos generalizados y una creciente necesidad de interactuar a través de las pantallas. Las videoconferencias, las videollamadas y las plataformas de streaming se volvieron omnipresentes.
En medio de ese contexto, Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, tomó una decisión audaz: cambiar el nombre de su empresa a “Meta”, como un indicio de su confianza en el potencial del metaverso, un universo virtual en el que la gente podría vivir y trabajar a través de pantallas.
Sin embargo en los últimos años el mundo ha avanzado y ha dejado atrás gran parte de las restricciones impuestas por la pandemia. La sociedad ha recuperado una cierta normalidad y esto ha tenido un impacto en la percepción y el interés en el metaverso. Empresas que experimentaron un auge económico durante la pandemia, como las plataformas de entretenimiento y las de videollamadas, se han beneficiado menos de esta nueva tecnología.
El metaverso fue presentado como una tecnología del futuro que podría ofrecer múltiples aplicaciones más allá del entretenimiento. Se imaginó como una fuente de recursos atemporal, un espacio en el que las empresas podrían expandir sus operaciones y las personas podrían trabajar, socializar y entretenerse. Por ejemplo permitiría a las personas experimentar eventos en vivo, como partidos de fútbol o conciertos, desde la comodidad de sus hogares.
Sin embargo la adopción del metaverso no ha sido tan rápida como se esperaba. Pocos pueden decir que han optado por cambiar sus experiencias en el mundo real por las virtuales que ofrece este nuevo universo digital. Las cifras también parecen respaldar esta tendencia, ya que un informe de Bain & Company señala que el metaverso podría no alcanzar su pleno potencial hasta 2030.
A pesar de esta pausa en el desarrollo del metaverso, algunas industrias aún tienen un gran interés en su uso, como el entretenimiento, la atención médica, la educación y la manufactura. Se espera que las experiencias virtuales representen la mayoría del mercado del metaverso en 2030, con un estimado del 65 %.
La inversión en esta tecnología es astronómica. Mark Zuckerberg, propietario de Meta, invirtió 13.000 millones en dos años, siguiendo las proyecciones optimistas de usuarios que tenía para su plataforma Horizon Worlds. Sin embargo estas expectativas se redujeron considerablemente a medida que la realidad se asentaba.
En última instancia la pausa en el metaverso no significa su desaparición. La tecnología sigue avanzando y las inversiones continúan. La consultora de investigación Gartner predice que una de cada cuatro personas pasará al menos una hora al día en el metaverso para 2026. Sin embargo la realidad actual muestra una fuerte tendencia hacia la recuperación de actividades presenciales, como hostelería, festivales de música y turismo, lo que sugiere que el mundo físico todavía tiene un atractivo innegable para el consumidor.
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